Un joven de 25 años murió pasadas las 19 de este domingo luego de recibir un balazo en la cabeza por parte de un policía de Acción Comunitaria a quien se le “habría escapado un tiro” en el marco de un forcejeo durante esta madrugada, según voceros del caso.
La tragedia comenzó cuando la mamá de la víctima llamó al 911 para alertar que su ex pareja, quien tenía restricción de acercamiento, se encontraba en la puerta de su casa. Los uniformados llegaron al lugar y encontraron al hombre discutiendo con el hijo de la mujer. En esos momentos, por motivos que deberá esclarecer el fiscal de Homicidios Adrián Spelta, el policía le disparó al joven de 25 años, quien fue internado en grave estado ya que perdió masa encefálica y falleció durante la tarde de este domingo.
El hecho ocurrió alrededor de la 1.30 de la madrugada de este domingo en Campbell al 600 bis, a la altura de Carrasco, donde tiene jurisdicción la seccional 20ª de Empalme Graneros.
La versión de la familia dista mucho de lo dicho por la Policía: “Mi primo estaba discutiendo con su papá, es mentira que forcejeó con el policía, es mentira que se le quiso tirar encima, que vino corriendo; el policía se acercó, mi primo quiso hacer un paso y le disparó; y se fue corriendo, lo dejo tirado”, dijo una mujer al móvil de LT8. «Estaba descalzo, con un short de futbol y en cuero; no se cuándo el policía entendió que podía ser una amenaza para el”, agregó. «El policía estaba muy alterado, no estaba en sus cabales, no podía hablar bien. El otro, que estaba manejando (compañero), le dijo que hiciste”, agregó por su parte el padre de Nicolas Cano.
Voceros del caso informaron que una mujer llamó a la central de emergencias 911 para alertar que su ex pareja se encontraba en la puerta de su casa agrediendo al hijo de ambos, y que sobre el hombre pesaba una restricción de acercamiento. La misma mujer se volvió a comunicar momentos más tarde al 911 para pedir ayuda porque su hijo había sido baleado por uno de los agentes policiales, según esgrimió.
El joven identificado como Nicolás Horacio Cano, de 25 años, recibió un tiro en el cráneo por parte de uno de los policías que acudió al domicilio, de acuerdo a las primeras declaraciones de testigos presenciales.
Una pareja de vecinos subió al muchacho a su auto y lo trasladó al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Durante el trayecto fueron escoltados por móviles policiales que llegaron en apoyo. Una vez en el hospital, el joven recibió asistencia médica pero su estado era grave, según informaron, ya que le diagnosticaron una herida de arma de fuego en el cráneo con pérdida de masa encefálica. Pasadas las 19 informaron su deceso.
Según los primeros testimonios, el muchacho se encontraba en la puerta de su casa discutiendo con su padre cuando se acercó un móvil policial y uno de los empleados le disparó. El hecho es investigado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Adrián Spelta.