El senador provincial, Miguel Rabbia, presentó un pedido de informe en la Legislatura santafesina exigiendo detalles sobre los loteos que proyecta un grupo inmobiliario dentro de la laguna de represa del arroyo Ludueña, en Funes. El legislador señaló que es una zona potencialmente inundable y que es necesario conocer las posibilidades de instalación de barrios abiertos o cerrados y las habilitaciones otorgadas para el desarrollo de dichos emprendimientos urbanísticos. “En tiempos decisivos sobre el cuidado de nuestra casa común tenemos la responsabilidad de que prevalezca el sentido común. No podemos construir en los humedales”, indicó.
La iniciativa inmobiliaria, impulsada por un grupo inversor instalado en Funes desde el 2021, se encuentra frente al Club de Campo Kentucky. De concretarse el proyecto, además de las 20 hectáreas que ya funcionan, habrá un nuevo barrio integrado con más de 270 lotes en un total de 70 hectáreas. Lo que despertó las alarmas de distintos sectores es la localización del proyecto, que estaría en la zona que hoy ocupa la laguna derivada de la presa retardataria del arroyo Ludueña.
El legislador recorrió la presa el sábado pasado, junto al histórico dirigente de Empalme Graneros, Osvaldo Ortolani, quién le expresó su preocupación por los avances inmobiliarios en la zona y recordó los antecedentes de inundaciones en 2002, 2007 y 2012. “En los últimos 10 años ya se loteó el 90% de la cuenca del Ludueña. Insaciable, esta ambición empresarial ahora va por loteos dentro de la presa. Lo que ahora parece un gran negocio multimillonario, será un negocito cuando no se pueda contener el agua y afecte a toda la zona”, expresó Ortolani.
El pedido de Rabbia se referencia en un informe del Centro Universitario Rosario de Investigación Hidroambientales y Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), que rechaza cualquier tipo de asentamientos urbanísticos dentro de la zona en cuestión. Los principales fundamentos se basan en el deterioro de la presa y la peligrosidad de nuevas inundaciones más dañinas. “De producirse una crecida del arroyo, las viviendas correrían serios riesgos de inundarse poniendo en peligro la vida de los habitantes como así también de toda la zona circundante al valle de inundación, al aumentar la velocidad de escurrimiento y quitando la capacidad de absorción de los suelos”, agregó el legislador.
“Nuestra provincia tiene una triste historia de inundaciones, donde además de los cuantiosos daños materiales, hemos tenido que sufrir la irreparable pérdida de vidas de santafesinos y santafesinas. Como funcionarios no solo tenemos la obligación sino también el deber de tomar todas las medidas necesarias para evitar que estos eventos se repitan a futuro”, concluyó Rabbia.