La madrugada del viernes, un hombre de 32 años fue asesinado de dos tiros dentro de su auto en la zona oeste, en un hecho que se investiga como homicidio en ocasión de robo. Según la principal hipótesis, Gustavo Riveros se encontraba dentro de su Peugeot 408 cuando intentaron sustraérselo a punta de pistola y como se resistió le dispararon. La misma noche, la Policía secuestró dos armas de fuego descartadas en inmediaciones del lugar y detuvo a dos sospechosos de 18 y 19 años, quienes este martes fueron imputados y quedaron detenidos.
Durante la audiencia, el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Adrián Spelta acusó a Lautaro Ángel B., de 18 años, y a Matías Ismael G., de 19, por el delito de homicidio criminis causa (figura que se aplica cuando se comete un ilícito para ocultar otro), además de tentativa de robo calificado y portación ilegítima de arma de fuego de guerra. Los delitos imputados, en caso de confirmarse en juicio, prevén pena de prisión perpetua. Finalizada la audiencia, la jueza María Carrara dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
Según el relato del fiscal Spelta, alrededor de las 3 del viernes Riveros se encontraba dentro de su auto en la zona de Liniers y Presidente Perón cuando fue asaltado por dos jóvenes a punta de pistola que quisieron llevarse el vehículo. Ante la resistencia de la víctima, los agresores le dispararon dos veces y huyeron del lugar. Malherido, Riveros alcanzó a poner en macha el auto pero a los pocos metros se desvaneció a causa de las lesiones y chocó contra un árbol, donde murió.
Voceros del caso informaron que al momento del ataque, Riveros se encontraba acompañado por una mujer, quien declaró lo sucedido ante las autoridades.
Entre las primeras medidas que realizaron efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), se realizó un rastrillaje por la zona del hecho donde secuestraron dos pistolas que fueron enviadas a peritar calibre 45 y 9 milímetros respectivamente.
También divisaron a dos jóvenes en inmediaciones de lugar del hecho que les resultaron sospechosos y fueron detenidos hasta este martes, que se los imputó y dictó prisión preventiva.
La madre de la víctima declaró luego a medios periodísticos que su hijo trabajaba en una empresa recicladora ubicada en la ciudad de Pérez y que la tarde anterior al crimen pasó por su casa para bañarse (ubicada en la zona de monoblocks de Seguí y Rouillón) y volvió a salir para celebrar la despedida de año con sus compañeros de trabajo.
A un hombre que estaba con una trabajadora sexual intentaron robarle el auto y terminaron matándolo