El primer día de descanso mundialista dejó armado el cuadro de cuartos de final, y Marruecos aparece como la gran sorpresa, presencia necesaria para respaldar una Copa del Mundo donde hubo resultados inesperados, aunque el repasar los ocho mejores sólo los africanos aparezcan como una selección impensada para esta instancia.
A la hora de vaticinar un candidato, es difícil arriesgar sin quedar expuesto al ridículo. Francia arrancó firme, con Mbappé como máxima figura, aunque bien acompañado por el potencial goleador de Olivier Giroud (no extraña a Benzemá) y la buena compañía de Dembelé.
Su cruce con Inglaterra tiene final abierto. El elenco dirigido por el siempre prolijo Gareth Southgate ganó su grupo invicto y marcó presencia en octavos al vapulear al Senegal. Hay una buena mezcla de juventud con experiencia y sin dudas la Premier League potenció a los propios futbolistas ingleses a punto tal de ponerlos con chances de pelear por el título, esquivo desde 1966.
El seleccionado argentino es candidato por la sola presencia de Lionel Messi. El crack rosarino está en un nivel muy alto, sabiendo que es su última chance de emular a Diego y alzar la Copa del Mundo. Haber ganado la Copa América en Brasil potenció al equipo, y a pesar de algunas lesiones que complican a Scaloni, el entrenador ha podido resolver esas bajas. Lautaro está en baja, apareció Julián Álvarez en su esplendor. Paredes no estuvo bien en el debut con derrota ante Arabia, a Enzo Fernández no le pesó reemplazarlo.
Si Messi mantiene el nivel, es imposible no soñar con el título, pero en estas instancias decisivas será necesario que aparezcan a pleno todos. En especial Ángel Di María, el socio de Lionel en ofensiva, que está entre algodones.
Argentina jugará con Países Bajos, que llegó a octavos sin tantas luces, pero jugó un buen partido ante Estados Unidos. A diferencia de los otros equipos, el potencial está en defensa, con Virgil van Dijk como figura, y dos carrileros que defienden y atacan como Blind y Dumpries (juega con línea de tres). Memphis Depay es el arma ofensiva más destacada, por ahora le alcanza.
Sin dudas los octavos de final generaron que todas las miradas apunten a Brasil. El equipo de Tité tuvo una exhibición de fútbol frente a Corea, con el regreso de Neymar, los lujos de Vinicius y un Richarlison iluminado, con el “Baile de la Paloma” incluido.
Brasil no es sólo lujos, Casemiro y Paquetá es una dupla de volantes con quite y juego, y Marquinhos y Thiago Silva son dos zagueros respetables. Tal vez le falte un poco de recambio del mismo nivel a partir de las lesiones de Gabriel Jesús y Alex Telles. Pero pinta para aspirar a la sexta corona.
El rival de la Canarinha será Croacia, siempre respetable y último subcampeón mundial. Pero el elenco balcánico está en una etapa de recambio, con Modric a modo de despedida y llegó hasta acá sin que le sobre nada.
Y en la última jornada hubo dos sorpresas. La eliminación de España a manos de Marruecos, que está por primera vez en esta instancia y es un rival incómodo para cualquiera, aunque difícilmente avance a semis. Mucho más si se tiene en cuenta la llamativa producción de alto vuelo de Portugal, que goleó a Suiza sin necesitar de Cristiano Ronaldo.
El castigo a la máxima figura lusitana era un riesgo grande que asumió Fernando Santos, y el resultado final fue un espaldarazo para el DT y una espina que Cristiano no pudo digerir. Portugal es un equipo comprometido, de buen juego, y demostró que con Gonzalo Ramos, Bruno Fernandes, Joao Félix y Raphael Leao tiene un potencial ofensivo para temer. Si el conflicto con Ronaldo no afecta al grupo, hay que ponerlo como candidato.
Qatar 2022 amaneció con sorpresas, más de las imaginadas. Y dejó en el camino a candidatos como Alemania, España y Bélgica. Pero desde cuartos empieza a ser un Mundial más lógico. Y levantar la Copa dependerá en parte del rendimiento de las estrellas que también pugnan por ser el mejor jugador del mundo.