Las asperezas entre las patronales del sector del neumático y el Sindicato que nuclea a los trabajadores volvieron a tensarse luego de que los primeros dictaminaran que no habrá asueto para que los trabajadores puedan ser testigos de la final del Mundial de Fútbol en Qatar. En respuesta, el gremio dispuso un cese de tareas, adelantando la medida de fuerza con movilización anunciada para el próximo miércoles 21 de diciembre donde denunciarán una serie de maltratos y hostilidades de parte de las empresas.
Las compañías Bridgestone y Fate determinaron que los trabajadores realicen normalmente toda la jornada el domingo 18, sosteniendo las actividades aún en el horario donde el seleccionado argentino de fútbol disputará la final del campeonato mundial de fútbol contra Francia. En cambio Pirelli ha otorgado asueto para los trabajadores de su planta.
Desde el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (Sutna) entienden que esta situación “agravará la tensión que ya existe en el gremio debida a cinco despidos en Bridgestone y uno en Fate, en el marco de disposiciones unilaterales que alteran los sistemas de producción por parte, en particular, de la patronal de Bridgestone”, advirtieron en un comunicado.
El pasado miércoles 14, los trabajadores de las fábricas Fate, Pirelli y Bridgestone anunciaron un paro general programado para el miércoles de la próxima semana, desde las 10 de la mañana hasta el inicio del turno mañana del día siguiente, donde además se realizará una movilización al Ministerio de Trabajo, para denunciar diferentes hostilidades por parte de las compañías y “revertir los despidos arbitrarios y los atropellos patronales”. El Sutna ha resuelto para ese día también una movilización obrera al Ministerio de Trabajo que no ha dispuesto medida alguna para revertir la situación.
Los trabajadores neumáticos exigieron la intromisión del Ministerio y la resolución de la situación: “El Ministerio de Trabajo debe asumir su responsabilidad y garantizar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores» y agregaron que «Las patronales deben abandonar su actitud prepotente y hostil sobre los trabajadores. Así mismo, denuncian que las empresas «han llevado adelante conductas prepotentes y arbitrarias, intentando imponer cambios unilaterales en condiciones de trabajo, acosando y hostigando a compañeros, y obstaculizando el ejercicio de las funciones de los representantes sindicales».