El vicedirector del centro chino para el control y la prevención, Sun Yang, estimó que hubo 250 millones de nuevos enfermos de ese país en los últimos
20 días, según el Financial Times.
Esta estimación, publicada por la agencia Ansa, contrasta con la información oficial que señala solo algunas decenas de miles de enfermos. Esta cantidad representa al 18% de la población total de China.
La Comisión Nacional de Salud destaca que en lo que de diciembre hubo 62.592 casos. La tasa de difusión del Covid, especificó Sun Yang, ulteriormente aumentó y con toda probabilidad más de la mitad de la población de Pekín y Sichuan ya está infectada.
Una situación que corre el riesgo de volverse completamente fuera de control a partir de enero, con las largas festividades del fin de año
chino, cuando centenares de millones de personas se trasladen por todo el país.
En cuanto a los fallecidos las autoridades señalan solo ocho decesos antes del 1 de diciembre y en los últimos días modificaron la definición de «muerte por Covid» que reduce el número de muertes atribuibles al virus.
En un único crematorio de Chongging, ciudad de más de 30 millones de habitantes en el sudoeste del país, fueron descargados 40 cuerpos en dos
horas.
En el Hospital del Pueblo número 5 de la misma metrópoli, ya repleta hasta el atrio del ingreso principal, fue transformado en una sección Covid, al
igual que en un hospital de Shangai.
En tanto, en China se incentiva la utilización de kit de autodiagnóstico los fármacos de base después de que los pacientes con síntomas leves fueran
enviados a curarse a sus domicilios.
En tanto, las farmacias están vacías porque el gobierno las condiciona para abastecer a los hospitales. Las autoridades chinas admitieron que «es imposible» para el sistema trazar el número de nuevos infectados tras el aflojamiento de las severas restricciones luego de las protestas de la gente.
La ola de contagios corre el riesgo de activar nuevas mutaciones, observaron expertos fuera del país.
«Es importante para todos los países, incluido China, concentrarse en las vacunaciones, en hacerse los test y las curaciones disponibles y es
importante compartir las informaciones con el mundo porque las implicaciones» van más allá de China, dijo ayer el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken.