Trabajadores de la tabacalera Bronway siguen reclamando por sus fuentes de trabajo. Además del acampe que comenzaron el lunes frente a la Cámara Federal, en Entre Ríos y Urquiza, también se trasladaron al frente de la Afip, en Alvear al 100. El reclamo tiene que ver con los 200 puestos de trabajo en juego de los empleados que cumplen tareas en esta firma y en otra empresa santafesina, que fabrican cigarrillos económicos como los Pier y los Dolchester, y más de 1.500 puestos indirectos que se ven afectados.
El problema es que si la Justicia no resuelve el amparo a empresa puede cerrar. Hace seis meses los trabajadores esperan la resolución de una medida cautela en la que pide poder funcionar, como lo hace el resto de las empresas del sector en distintas ciudades del país.
Gracias a eso, la Afip les otorga las estampillas para que puedan comercializar el tabaco. Los trabajadores, que recibieron la solidaridad de otros gremios que acompañan el acampe, cortaron calle Entre Ríos entre Tucumán y Urquiza esperando que la Cámara Federal les habilite la medida cautelar.
Uno de los trabajadores expresó a El Ciudadano que no piensan abandonar la protesta, ya que está en juego su trabajo. ”Queremos que nos den los instrumentos fiscales para poder trabajar. Los jueces tienen la solución en sus manos para que 200 familias podamos seguir trabajando, como se merece cualquier argentino. Nos quedamos acá, el tiempo que sea necesario porque nada es más importante que nuestro trabajo”, destacó.
El origen del problema es una alícuota que fue hecha a la medida de las grandes corporaciones y dificulta el pago de impuestos a las pymes del sector, ya que venden cigarrillos a bajo costo y el impuesto, fijo, dobla el costo del paquete. La mayoría de las empresas pequeñas de la Argentina fueron a la Justicia y pudieron seguir funcionando gracias a medidas cautelares.
Pero en Rosario una cautelar duerme hace meses en la Cámara Federal y eso impide que la Afip le dé las estampillas para producir los cigarrillos, por lo que en los próximos días tendrían que parar la producción. La situación afecta también a una firma de la capital santafesina.
Es que este ente del Estado, mientras el problema se resuelve, dictaminó que las estampillas sólo se las van a otorgar a las empresas que ya cuentan con sus cautelares.
Desde la Cámara que nuclea a las pymes del sector –Canet– explicaron que todas las pequeñas y medianas empresas dedicadas a la producción de cigarrillos de bajo costo tienen un problema. A partir de la reforma de la ley de impuesto interno gestionada en el macrismo se impuso un mínimo que se va actualizando. Es decir, las tabacaleras tienen que pagar determinado monto de impuesto interno.
Antes tenía que ver con la marca más vendida, que siempre era Marlboro. Es decir, si un paquete de esta marca costaba 300 pesos, el impuesto interno era el 70 por ciento de ese precio. Es decir que por debajo de ese costo nadie podía vender. Cuando Macri llegó al poder modificó esa ley y le puso un mínimo que se va actualizando. Si las pequeñas y medianas empresas pagaran lo que dice la ley, no podrían producir el cigarrillo al costo que lo venden. Indicaron además que las pymes no pueden pagar los impuestos según esa ley porque de ser así cerrarían y el oligopolio se transformaría en monopolio: ocuparía el ciento por ciento del mercado.