«Ha sido increíble crear una serie que lograra conectar con gente de todo el mundo. Estamos muy emocionados de continuar el viaje tortuoso de Merlina hacia la temporada 2, queremos echarnos ese clavado en otra temporada para explorar el mundo raro y tenebroso de Nunca Más. Sólo hay que asegurarnos de que Merlina no haya vaciado antes la piscina», dijeron en declaraciones a la prensa Alfred Gough y Miles Millar, ambos showrunners y productores ejecutivos de la serie junto al reconocido cineasta Tim Burton.
Es que esta versión, adaptada de los cómics publicados por Charles Addams en la revista The New Yorker durante los años 30, puso el foco en la hija del matrimonio conformado por Homero (Luis Guzmán) y Morticia (Catherine Zeta-Jones) con una propuesta que interpeló a toda una generación de adolescentes -y no tanto- a través de una estética contemporánea y centennial que despertó fanatismo y hasta «desafíos» en redes sociales para replicar desde la vestimenta hasta los pasos de baile de la joven protagonista.
Ortega, que venía de trabajar en tiras como Jane the Virgin y You, logró diferenciar en ese sentido su personaje del que durante décadas había sido unívocamente inmortalizado en la cultura popular por Christina Ricci (en las películas de 1991 y 1993), dándole un estilo que conserva, a su manera, el cinismo y la oscuridad de la Merlina original, pero con una personalidad más acorde a la cultura juvenil actual, con sus propios códigos y miradas sobre temas como la diversidad o el patriarcado.
En esta historia, Merlina es una chica que, como cualquier adolescente, lucha por hallar su propio lugar en el mundo, aunque su rebeldía y sentido de justicia particular la llevan a vengarse de los maltratadores de su hermano, Pericles (Isaac Ordonez), arrojándoles pirañas en la pileta de natación.
Con ese episodio como corolario de una serie de «malas» conductas, la heredera de los Addams es enviada a la Academia Nunca Más, que alberga a otros y otras estudiantes también rechazados por el sistema académico tradicional: sirenas, hombres (y mujeres) lobo, vampiros y todo tipo de adolescentes marginales son bienvenidos en la escuela, encabezada por la directora Larissa Weems (Gwendoline Christie).
Pronto, la academia se transforma en un escenario tan peligroso como de descubrimiento, cuando Merlina comienza a desarrollar un don psíquico que le permite tener visiones del futuro y el pasado al mismo tiempo que se desata una oleada de asesinatos que aterroriza al pueblo lindero, que parece tener oscuros y sobrenaturales vínculos con sus propios padres, también ex estudiantes del colegio más de dos décadas atrás.
Desde su estreno el pasado 23 de noviembre, Merlina consiguió ubicarse dentro del catálogo de Netflix como una de las series más exitosas de su historia, con más de 1 millón de horas de reproducción en sus primeros 28 días disponible en la oferta.
Además, la serie rompió el récord de las mil millones de horas vistas en las tres semanas siguientes a su lanzamiento, uniéndose a la cuarta temporada de Stranger Things y a El juego del calamar en alcanzar esa cifra, y hasta el momento ostenta seis semanas consecutivas con más de 100 millones de horas de visualización en las listas de series en inglés del servicio.
Por fuera de la plataforma propiamente dicha, el hashtag #WednesdayAddams (tal su nombre en inglés) ya fue visto más de 22 mil de veces en TikTok, donde también abundan sin descanso las búsquedas para recrear su maquillaje, su vestimenta y la breve coreografía que realiza durante el baile escolar de la serie acompañada por la canción de 1981 «Goo Goo Muck», de la banda punk estadounidense The Cramps.
En Spotify, el mismo corte aumentó más de 9,5% sus reproducciones en relación al mes previo a que estrenara la serie, mientras que la banda sonora de la producción llegó al primer puesto en la lista iTunes Soundtrack, donde permaneció dentro del Top 10 durante tres semanas.