Carlos Lamiral / Noticias Argentinas
Analistas financieros creen que en 2023 podría empezar a cambiar las condiciones del entorno económico global en favor de la Argentina debido a que, para la mayoría de los operadores, la Reserva Federal empezará a reducir las tasas de interés.
Así lo indica un reporte de la consultora Quantum Finanzas, que dirige el economista Daniel Marx, quien actualmente asesora al ministro de Economía, Sergio Massa, en el manejo de la deuda.
Los principales fondos de inversión globales prevén que la FED empiece a desmontar la política de restricción monetaria que desplegó en 2022 para evitar una escalada de inflación.
Quantum se basa en estimaciones promedio del mercado relevadas por la agencia Bloomberg, previendo que de los 250 puntos básicos actuales habría una reducción a 120 a fines de 2023 y a 47 a fines de 2024.
Para la consultora, la depreciación del dólar asociada a la baja de tasas de interés, representaría “un cierto alivio”, aunque “marginal”, a “las restricciones con las que funciona la economía”.
El informe dice que los “períodos de depreciación del dólar se asocian a precios internacionales de commodities más altos”, algo que a la Argentina le favorecería “en un año en que el volumen de exportaciones agrícolas se verá muy afectado por la sequía y por otros factores que inciden sobre oferta y demanda”.
El informe indica que por otro lado se espera que en 2023 “el volumen de importaciones de energía sea menor que en 2022” por la entrada en operación parcial del Gasoducto Néstor Kirchner, y por un “menor nivel de actividad, siendo independiente de los efectos que podría tener la depreciación del dólar y la situación de demanda global sobre el precio de la energía”.
Quantum plantea que “podría profundizarse el mayor apetito por activos en mercados emergentes que se observa desde la segunda mitad del año pasado”.
“De sostenerse, esa mayor flujo de capitales hacia emergentes podría llegar también a Argentina, especialmente si se dan los cambios que se anticipan en las políticas, con un sesgo más proinversión, y se mantiene localmente una política monetaria restrictiva”, señala el informe.