Una joven de 21 años y otra de 26 que estaban presas en la Unidad 5 de mujeres fueron internadas con la mayor parte del cuerpo quemado.
Jenifer M., la más joven, tiene quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo y Maira O. en el 80, precisaron los voceros. Si bien no hay información de cómo se produjeron las quemaduras, ambas fueron trasladadas desde el penal al hospital Centenario donde se encuentran en estado reservado.
Fuentes de la investigación explicaron que la información que manejan es que las mujeres prendieron fuego colchones en protesta, pero aclararon que algo que sucede a menudo.
En esta oportunidad, no fueron socorridas a tiempo, por lo que tratan de establecer si existió o no negligencia, dijeron.
De acuerdo con los datos aportados por los pesquisas, la protesta comenzó por un reclamo de atención médica para una de las internas, quien presentaba una infección en una de sus piernas que habría sido provocada por el impacto de una posta de goma.
Según una fuente de la cárcel de mujeres, esa herida tendría un antecedente de seis meses, cuando el Servicio Penitenciario disuadió una protesta generalizada en el penal.
De todos modos, esperaban la llegada al lugar de abogados de la defensa pública para tratar de establecer cómo sucedieron los hechos.
Grave situación en la cárcel de Mujeres: denuncian 70 casos de gastroenteritis por falta de agua
Los problemas en ese penal no son nuevos. En enero, las presas se amotinaron este jueves para reiterar sus reclamos ante las condiciones inhumanas de detención que vienen sufriendo desde hace meses por falta de agua, de refrigeración, por la comida en mal estado y por los malos tratos.
Todas estas situaciones fueron visibilizadas en una denuncia pública a principios de diciembre pasado, aunque las mujeres privadas de la libertad, –muchas de ellas embarazadas y madres con niños recién nacidos y de hasta cuatro años– no tuvieron respuestas. Hubo quema de colchones en el pabellón 3, y después reclusas quedaron encerradas en las celdas y tienen temor a represalias desde el Servicio Penitenciario por la visualización de la protesta.
Poco después se conoció que unas 70 internas tenían gastroenteritis por falta de agua, según denunció la Defensora General de la provincia de Santa Fe, Jaquelina Balangione, quien consideró que el problema de superpoblación carcelaria “va creciendo” en la provincia. Esta problemática se hizo pública cuando un grupo de reclusas hizo un motín con quema de colchones en uno de los pabellones, en reclamo no sólo por la escasez de agua sino también por la falta de ventilación mecánica –está claro que en una prisión, ventanales no hay– y por comida en mal estado. Allegados a las reclusas, incluyen a embarazadas y madres con niños pequeños, desde recién nacidos hasta de 4 años, sumaron que hubo al menos cuatro niños que también se vieron afectados por este virus.
Después tuvo lugar otra protesta por falta de atención médica a una interna que estaba enferma de gravedad y lograron que la trasladen a un hospital.
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