Adolescentes, madres y embarazadas marcharon ayer por el “autocuidado” como forma de prevención contra la violencia hacia las mujeres. Fueron aproximadamente 300 las mujeres que se manifestaron por la búsqueda de, como definió la organizadora Lucrecia Donoso, “herramientas y mecanismos de defensa para que se cumplan los derechos”. La caminata comenzó a las 14.30 en la plaza Pringles (Paraguay y Córdoba) y terminó en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia (San Martin 1080), donde se realizaron charlas teóricas y talleres vivenciales.
Caminar por la autovaloración de una misma, bajo la bandera de “autocuidado de los adolescentes, niños y niñas”, es un eslabón más de la serie de talleres y actividades desarrolladas en el marco del Programa Equidad Educativa, organizado desde hace cinco años por el Área de la Mujer de la Secretaría de Promoción Social municipal. El objetivo de estos encuentros es sensibilizar a la población sobre la necesidad de cuidarse, de mantener la autoestima y de poder generar proyectos propios como forma de prevenir la violencia de género.
Según explicó Donoso: “Autocuidado es un concepto que se está construyendo, que nace a partir de la falta de herramientas que colaboren con el cuidado a mí misma, por ejemplo, pero para también poder yo cuidar a otros y que otros lo hagan conmigo”. Como actualmente esto no sucede, el Área de la Mujer “entró en alerta” y comenzó a trabajar con la temática, tratando de generar en las mujeres “autovaloración de sí mismas, reconocimiento de las potencialidades propias, capacidad de expresarse y lograr una vida plena y saludable”.
En este sentido, las herramientas teóricas y prácticas que se brindan “se relacionan directamente con la convivencia diaria, la educación, la religión y, obviamente, la sexualidad”. “Buscamos transformar la vida cotidiana para poder resolver problemáticas diarias: fortalecerse ante abusos o cuidarse a la hora de tener relaciones sexuales para evitar abortos, pueden ser algunos ejemplos”, sostuvo Donoso.
En el marco del Programa desarrollado por el área de la mujer se están realizando dos talleres relacionados a la actividad física en el gimnasio municipal, uno de ellos en el agua. También se suman talleres a los diferentes distritos y el próximo lunes se hará uno con plantas medicinales, para, por ejemplo, hacer cremas contra las estrías.
Norma, por ejemplo, tiene 19 años y hace dos que va a los talleres en el distrito Oeste. Se enteró de estos encuentros por una preceptora de su escuela, cuando estaba embarazada. Ella cuenta que realmente aprendió más: “Me gustan estos temas, me gusta ir por delante nomás, saber lo que no sabíamos antes. Como cuando escuché a un pediatra hablar, decía cosas que no sabía; o sobre los abusos”. Cuenta, además, que en cada reunión se hacen juegos, y charlan y opinan entre todos sobre lo que ven o simplemente quieren decir; y que fuera del distrito también lleva las discusiones, día a día, a su mamá, su hermana, “a todo el mundo”.
Caminando también estaba Marina, que tiene 17 años y una hija de dos meses. Ella se enteró este año de los espacios en el barrio, por una amiga de la escuela, y vuelve a afirmar que aprendió, que está más segura: “Aprendés cosas que no sabías o te explican otras que no entendés bien. Como por ejemplo, cómo cuidarte o cómo hacer cuando te sentís abusada por alguien”.
En este marco, una vez finalizada la caminata de ayer, se sumó una serie de charlas teóricas sobre el autocuidado, en la que disertaron la licenciada Lilian Diodati, el doctor Hugo Tessi y Viviana Talamonic, del Centro de Desarrollo para la Familia y la Mujer (Cedeifam).
