El asesinato de un nene de 11 años durante la madrugada de este domingo en una balacera en el asentamiento Los Pumitas de Empalme Graneros (que dejó otros tres menores heridos) no sólo provocó tristeza y enojo en ese barrio de zona noroeste. También despertó solidaridad.
Este lunes, mientras los noticieros mostraban imágenes de vecinos derrumbando a mazazos los lugares donde se venden drogas, que suelen ser el objetivo de los tiroteos entre bandas que se disputan territorio, por redes sociales circulaba un pedido destinado a toda la sociedad: ayuda económica para costear los gastos de sepultura de Máximo Jerez.
En la publicación se ve la foto del niño asesinado, los datos bancarios de dos cuentas para quienes quieran aportar dinero y un texto que invita a colaborar con la comunidad Qom: “Las balaceras en Rosario se siguen llevando las vidas de inocentes. Y los inocentes siempre son indígenas, villeros o lo que suelen llamar varios como negros. Niños y adolescentes con una vida por delante arrebatada y familias con un dolor irreparable”.
Para quienes quieran depositar dinero pueden hacerlo, según se lee en la publicación, en la cuenta del Banco Nación Argentina a nombre de Alejandra Romina Jerez con el alias “FOCA.TROPA.ORDEN”. O a la cuenta del mismo banco a nombre de Aldana Noemí Pichón con el alias “aldanapichon”.
“Colaborá aportando y compartiendo para costear los gastos de su sepultura”, reza una de las placas que rápidamente se viralizó por Instagram.
Velorio, furia y balas de goma
Hace tiempo que las balaceras en los barrios populares de Rosario dejaron de respetar la vida humana. En particular porque los atentados, para matar o intimidar, no discriminan a niños, mujeres o ancianos.
Este domingo, una balacera en lo que se presume fue parte de una disputa por narcomenudeo hizo blanco en cuatro niños que jugaban en la vereda de su barrio. Máximo, de 11 años murió en el lugar. Una nena de dos años y otro chico de 13 resultaron heridos y están fuera de peligro y otro menor de 13 años se encuentra internado con estado reservado porque un plomo le dio en el pecho.
Este lunes, Máximo fue velado en el club Los Pumas. Poco después, vecinos entristecidos y enojados derrumbaron puntos de venta de drogas, mientras la Policía detuvo a cuatro sospechosos y también reprimió con balas de goma a los manifestantes, entre ellos al papá de Máximo.
El crimen es investigado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Adrián Spelta.