«No hay géneros buenos o malos: en mi música aparecen el flamenco, el pop, el rock, lo urbano, porque tengo un gran respeto por todos los géneros y limitarlos es ponerte en problemas», señaló el autor de «Corazón partío» en una entrevista exclusiva con la agencia de noticias Télam.
Ahora, a sus 54 años, sigue buceando en nuevos ritmos. «Y cuando juzguen y critiquen y me pregunten por qué agarre este camino: soy un viajero, un aventurero, soy un motherfucking correcaminos», dice el single con ritmos pegadizos que marca el primer trabajo conjunto con Danny Ocean, representante destacado de la nueva generación de sonidos latinos quien, antes de pasar por el Lollapalooza en Argentina, cerró una gira por Estados Unidos con «sold out» total.
Además del single «Correcaminos», el EP (extended play, al español reproducción extendida) de Sanz incluye los temas «Volé» y «Cuándo».
Después de batir récords de asistencia en España, en el marco de su gira internacional Sanz en vivo, el autor de hits como «Te lo agradezco pero no» y «El alma al aire» se prepara para presentarse en Argentina el próximo 1° de mayo en la Plaza de la Música de Córdoba, el 3 en el Salón Metropolitano de Alto Rosario Shopping y cerrará con cinco fechas en el Movistar Arena en Buenos Aires los días 5, 6, 11, 12 y 14 del mismo mes.
El cantautor, también destacado jurado del reality La Voz España, habló de cómo fue el proceso de trabajo entre los dos, que vienen de trayectorias, sonidos y generaciones distintas: «No somos tan distintos como parece. El pop urbano parece una cosa totalmente ajena a lo mío pero desde hace veinte años forma parte de mi forma de entender la música. No hay géneros buenos o malos. Hay cosas que me gustan más y cosas que me gustan menos, pero no hay géneros malos. En el caso de Danny hay muchos más motivos, él es un artista muy completo, con mucho talento y me gusta mucho su forma de expresarlo».
En el mismo sentido, Sanz analizó de dónde viene esta figura del «Correcaminos» a la que alude la canción: «Es una metáfora que tiene mucho que ver con él y conmigo, que decidimos cuál va a ser nuestra dirección, el camino que queremos recorrer y hacia dónde queremos ir. La actitud es ir hacia adelante sorteando obstáculos. Es una metáfora divertida pero muy bonita también, porque en el fondo, en el dibujo animado de El Correcaminos casi ni se entera de que El Coyote existe, lo cual es lo más triste que le puede ocurrir al coyote. Es una actitud de vida, de «ve a por lo que quieres, pase lo que pase ve hacia adelante»».
Sanz, que ha grabado con grandes artistas de su generación como también de otras, dio pistas de aquello que aprende trabajando de ese modo: «Hay muchos artistas que me interesan y estoy empezando a trabajar con algunos como Danny. Me gusta mucho la forma de trabajar que tienen, esa cosa de no pensar en los álbumes y de seguir haciendo canciones. Es una forma diferente para mí, pero es algo cíclico que ocurre con la música: en los años 60 era un poco así con los sencillos, y ahora empiezo a ver que meterte siete meses en un estudio a grabar un disco de diez canciones que nadie va a escuchar completo ya no va. Por eso, la oportunidad de ir sacando canciones y después sacar un álbum con diez temas que se hayan escuchado me parece interesante. Hay muchas cosas que aprender».
Finalmente, el músico habló de sus shows de mayo en Argentina y de si habrá invitados: «Lo más importante para mí es salir del escenario y sentir que la gente se va con la sensación de que ha merecido la pena estar en ese concierto. Porque yo entiendo que es un esfuerzo para la gente gastar su dinero, ir a un sitio, esperar, hacer fila. Yo apuesto a que cuando se vayan de ahí tienen que haberse olvidado de todo. Y respecto de los invitados, espero que sí, pero es algo que no es tan premeditado. Cuando esté allí llamaré a cuatro o cinco amigos a ver si están para subirse al escenario».