Viaje al centro de la Tierra, la nueva adaptación mexicana en formato serie infanto-juvenil de la clásica novela de Julio Verne, que esta vez sigue a un grupo de niños y niñas que descubren la necesidad de proteger el equilibrio ecológico del planeta mientras exploran una fascinante dimensión paralela, podrá verse a partir de este miércoles en la plataforma de streaming Disney+.
Conformada por ocho episodios de media hora cada uno, la producción dirigida por JM Cravioto -que cuenta con la participación del argentino Gabriel Goity en el rol del mismísimo Verne- se centra en Diego (Sebastián García), un intrépido e inventivo adolescente cuyo sueño es transformar las aventuras que vive a través de los videojuegos en travesías de la vida real.
El protagonista ve una gran oportunidad para eso cuando es enviado por sus padres junto a sus hermanos, Martín (Yankel Stevan) y Violeta (Camila Núñez), a un campamento de verano liderado por Pompilio Calderón, un excéntrico y famoso explorador interpretado por el reconocido actor catalán Óscar Jaenada.
Una vez allí, y junto a su grupo de amigos integrado también por Pedro (Manuel Márquez), Laura (Valery Sais) y Ana (Paola Miguel), los chicos se lanzarán a lo desconocido tras hallar un medallón y un auto de su abuela, Pola (Margarita Rosa de Francisco), que los lleva nada más y nada menos que a un portal hacia otra dimensión desconocida, la “Dimensión Verne”, que sintetiza y refleja lo que la Tierra podría haber sido sin la acción destructiva y avara de la humanidad durante cientos de años.
Ahora, el valiente equipo no sólo tendrá como objetivo ayudar a Pola en su misión por balancear ambas realidades y salvar al mundo de un desastre, sino que deberán impedir que el propio Calderón y su secuaz, un loro robótico llamado Claudio (con la voz de Mauricio “El Diablito” Barrientos), los alcance y destruya esa fantástica dimensión que acaban de hallar.
En vísperas de su lanzamiento, Télam conversó con Jaenada -que viene de trabajar en Luis Miguel, la serie en el papel de Luisito Rey y en Horario estelar, tira creada por la dupla de realizadores argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat- sobre su paso por Viaje al centro de la Tierra, que también cuenta con la participación en su elenco de Alejandro Calva, Camila Valero y Mariana Gajá, entre más.
Consultado sobre si estaba familiarizado con la obra de Verne antes de trabajar en esta adaptación, Óscar Jaenada aseguró: “Yo diría que sí, en la escuela nos hacen leer sus libros, casi todas sus aventuras, y también obviamente por el mundo del cine he llegado a ver grandes producciones, como 20.000 leguas de viaje submarino (la versión de Disney de 1954), que te amplían un poco su universo. Por lo tanto alguna referencia sí tenía y teníamos, por supuesto”.
Y aclaró: “Yo no había trabajado con muchos niños, pero me encontraba en ese momento con un hijo también de esa edad, y me parecía entretenido darle un poco de mi arte a este mundo, que es infantil pero tampoco lo es tanto, porque tiene mucho de entretenimiento para toda la familia. Un rodaje se enfrenta de muchas maneras, y ver a los chavales que venían con esa energía, con esas ganas de trabajar, que obviaban totalmente ese factor comercial-monetario y que están ahí por ilusión, a mí me hizo recordar a mi época más pura, cuando hacía teatro en las calles, porque queríamos hacerlo y si teníamos que estar veinte horas, estábamos veinte horas. Yo llevo casi treinta años de profesión y con estos chavales contrastaba, pero al mismo tiempo se produjo una retroalimentación cultural, aprendí muchísimo de trabajar con ellos y volví a revivir ese estado más puro como actor, así que para mí fue todo un placer, la verdad mucho más de lo que esperaba”.
Además Jaenada adelantó que la serie dejará “muchos mensajes, y que se procuró mucho cuidar ciertas cosas en la historia, no sólo a la hora de producirla sino a la hora de exhibirla, de llevarla a la pantalla”. “Me parece que se trabaja también para que algo sea entretenido y a la vez también didáctico, para que te muestre ese Julio Verne de una manera más actual, menos lectora y más audiovisual, algo que junto con los libros ayuda mucho a alimentar un poco la imaginación”, agregó.