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Investigan la muerte de un recluso rosarino relacionado con Los Monos en la cárcel de Coronda

El cuerpo de Rodrigo Rígoli, de 36 años, fue hallado el 5 de abril pasado y la Fiscalía ordenó medidas para determinar causa de muerte. Había sido condenado en 2020 a 9 años y medio como proveedor de drogas de un grupo de zona sur. Este miércoles sus restos fueron velados con custodia policial

Un recluso rosarino, de 36 años, sindicado como integrante de Los Monos y condenado a nueve años y medio de prisión por la Justicia federal como abastecedor de drogas de una gavilla dedicada al narcomenudeo fue hallado sin vida días atrás en su celda de la Unidad Penal 1 de Coronda. La Fiscalía investiga las circunstancias de su muerte bajo el protocolo de Minnesota donde una de las hipótesis es que se trató de un suicidio. Sus restos fueron velados este miércoles para luego ser enterrado en el cementerio La Piedad en la ciudad bajo una custodia policial.

De acuerdo con voceros penitenciarios, Rodrigo Sebastián Rígoli, un comerciante de 36 años que como actividad legal regenteaba distintos comercios como una peña folclórica y una rotisería, fue hallado muerto el 5 de abril pasado en su celda de la cárcel de la ciudad de Coronda, cabecera del departamento San Jerónimo.

Las primeras informaciones aportadas por fuentes relacionadas al caso fue que se encontraba solo, aunque no especificaron las circunstancias en que lo encontraron. El hallazgo del cuerpo fue informado al fiscal en turno del departamento San Jerónimo, quien ordenó al personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) las medidas de rigor para las muertes en custodia, entre las que se encuentran la correspondiente autopsia bajo el protocolo de Minnesota.

Voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) informaron que una de las hipótesis que se trabaja es la de un suicidio, pero aclararon que no se descartan otras. Tras la finalización del informe de autopsia, su cuerpo fue entregado a sus familiares para ser velado en una cochería de Santiago al 900 y luego fue trasladado al cementerio La Piedad, de Provincias Unidas 2750. Todo en medio de una fuerte custodia policial. Las fuentes policiales no informaron si el operativo de seguridad que incluyó al personal de Comando Radioeléctrico y de la Brigada Motorizada se debió a amenazas previas al entorno de Rodrigo Rígoli o bien porque aún no está establecida la causa del deceso.

Delivery de cocaína al menudeo  

Rodrigo Sebastián Rígoli había sido condenado el 6 de noviembre de 2020 por el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) de Rosario a 9 años de prisión por estar considerado como abastecedor de estupefacientes de un clan familiar dedicado al narcomenudeo en zona sur y en Villa Gobernador Gálvez. Esa resolución también dictó penas para otras once personas involucradas en la causa que comenzó en septiembre de 2016 cuando el personal de la Unidad Antinarcóticos de la entonces Policía de Investigaciones (PDI) alertó sobre la venta de estupefacientes en el Fonavi Latinoamérica, de Rueda y Ovidio Lagos.

Los pesquisas informaron que Rígoli, quien tenía domicilio en barrio Matheu, además de estar en escuchas como proveedor del clan también era titular de algunos negocios entre los que figuraban una conocida peña folclórica, una rotisería, boliches bailables y una cervecería artesanal.

Delivery de cocaína en Rosario y Villa Gobernador Gálvez: penas de hasta 11 años para banda narco

La investigación, que se enfocó en una banda integrada por parejas y familiares que se dedicaba al delivery al menudeo de cocaína, quedó a cargo del fiscal federal Guillermo Lega y el 4 de diciembre de 2017 los uniformados llevaron a cabo una veintena de allanamientos donde incautaron estupefacientes, dinero en efectivos y documentación de interés para la causa.

Según esta pesquisa, en Gorriti al 800 de Villa Gobernador Gálvez los policías incautaron más de dos kilos de cocaína y elementos de fraccionamiento; allí vivían Diego Gentini y su pareja Ayelén Duré, sindicados como los organizadores de la banda.

Además en los otros operativos que fueron en la zona sur quedaron detenidos los demás miembros: en una vivienda de Centeno al 3600 arrestaron a Jonatan Gentini junto a su novia, la cual quedó fuera de la investigación por falta de pruebas.

En Necochea al 2400 detuvieron a Paola Jovine y su pareja –quien falleció tras el procesamiento– y en la misma cuadra cayeron Cintia Caballero y Alan Fernández.

A ellos se les sumaron Alejandro Leguizamón, Luciano Elmo, Liliana Rivero y Ángel Elmo, todos apresados en Centeno al 2500.

A su vez, Antonio Silva fue detenido en Rodríguez al 4000 al igual que Ezequiel R., luego absuelto. En todos los operativos, las fuerzas federales y provinciales secuestraron algunos gramos de cocaína y marihuana fraccionada para la venta.

En tanto, Rodrigo Rígoli y Alejandro I. (un transportista que luego fue absuelto), detenidos en bulevar Avellaneda al 4500, la zona donde tiene su territorio el histórico líder de Los Monos, Ariel “Viejo” Cantero, la Fiscalía les atribuyó ser los proveedores de la organización.

En el juicio, el fiscal general Fernando Arrigo no descartó que operaran con cobertura policial y también informó que se abrió otra causa para la investigación del delito de lavado de activos provenientes de esta operatoria.

La condena más alta, a 11 años, fue para Diego Gentini. En el debate, el representante de la Fiscalía General 2  consideró probado el poder territorial que ostentó la organización y reparó. A su vez, su pareja, Ayelén Duré, fue condenada a nueve años por estar sindicada como líder.

La nómina de penas se completó con Rodrigo Rígoli (nueve años y medio como abastecedor); Liliana Rivero (nueve años); Ángel Elmo (ocho años); Jonatan Gentini (hermano de Diego, siete años y medio); Alan Fernández, Cintia Caballero, Alejandro Leguizamón y Antonio Silva (seis años y seis meses) y Paola Jovine (seis años). Para la mayoría de estos acusados, la calificación fue la de coautores del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravada por la cantidad de intervinientes.

El veredicto del TOF N°2 alcanzó también a Luciano Elmo, a tres años de ejecución condicional como partícipe secundario. Asimismo, se dispuso la absolución de Ezequiel R. y Alejandro I. que llegaron procesados al juicio, en consonancia con lo postulado por el Ministerio Público Fiscal.

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