La inflación, según los analistas privados que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que difundió el Banco Central (BCRA), fue del 7% en marzo, por encima del 6,6% que se registró en febrero. El próximo viernes se conocerá dato oficial, ya que ese día el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicará el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y, si se confirman las estimaciones de los privados, la tasa del plazo fijo tradicional perdería mucho terreno frente a ese dato, por lo que el regulador financiero podría disponer cambios en ese sentido.
El pasado 16 de marzo, el BCRA subió las tasas del plazo fijo y las Leliqs a 28 días en 3 puntos porcentuales, por que la llevó al 78% (la Tasa Nominal Anual, TNA) lo que equivale a una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 113,2% a un rendimiento mensual del 6,41%. La medida se implementó luego de que se conociera el dato del IPC de febrero, que fue del 6,6%, y la decisión surgió como respuesta a que, en febrero, el rendimiento real ex-post (respecto de la inflación previa) de la tasa de política monetaria pasó a terreno negativo en el corto plazo (-0,3% de TEM).
La exigencia del FMI y la tasa del Tesoro
Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió, tras la revisión de metas del último cuatrimestre de 2022, que quiere una tasa real positiva, con lo que los rendimientos nominales deberían ser superiores a los de la inflación.
A lo que, Juan Pablo Albornoz, economista de Invecq agrega que “el Tesoro siguió subiendo las tasas en las licitaciones primarias (colocó LEDES – letras a descuento no indexadas – a una TEA promedio del 124% en marzo).
¿Qué tiene que ver esto con la tasa del plazo fijo? Sucede que el esquema actual con el cual el BCRA define la política monetaria, los rendimientos del Tesoro convalidadas en licitaciones primarias hacen de techo al corredor de tasas, por lo que considera que, “el hecho de que el Tesoro haya subido la tasa le da margen al Central para volver a elevar la de las Leliq y la de los plazos fijos y pases”.
Así, los analistas consultados por Ámbito coinciden en que, frente a una inflación que se aceleró en marzo y una perspectiva mucho más deteriorada para ese índice que algún tiempo atrás, muy posiblemente el Central defina vuelva a subir las tasas.
Cuánto podría subir la tasa del plazo fijo
Sin embargo, todo dependerá de si el BCRA considera que se trata de una suba transitoria o no, dado que, si se toma en cuenta la proyección para abril del 6,3%, la tasa del plazo fijo en 6,41% mensual volvería a ser positiva. Y, por otro lado, habrá que analizar qué sucedió en marzo con la inflación núcleo, según explica una voz de la City. Y es que, en meses anteriores, el BCRA resolvió no subir la tasa porque consideró que ese índice no lo ameritaba, a pesar de la alta inflación general.
Por otro lado, la gran incógnita entre los analistas es, si finalmente se confirma la previsión de que la modificará, en cuánto subirá la tasa del plazo fijo el Central.
El economista de Econviews Alejandro Giacoia, por su parte, anticipa que el alza “puede ser dos o tres puntos porcentuales” y considera que ese ajuste no va a tener un impacto mayor sobre cómo siga la suba de precios, sino que “lo que el Central viene buscando es tratar de mantener a raya las cotizaciones libres del dólar”.
Todo indica que llegarían novedades respecto de la tasa de interés del plazo fijo en breve. Sin embargo, lo que hará el BCRA será evaluar el costo que esto implica para el balance de la autoridad monetaria, que verá un efecto negativo de esta medida en sus pasivos; las proyecciones inflacionarias, más allá del dato que resulte para marzo; y las perspectivas para la colocación de deuda y demanda de tasas que se presenten para el Tesoro. Esos serán los elementos que determinarán si la sube o no y en qué grado lo haga.