Marcos Cleri cursaba cuarto grado cuando le dijo a su familia que quería ser presidente de la Nación. Antes, iba a terminar la escuela primaria en el colegio San Antonio, ir al Liceo Aeronáutico Militar y recibirse de abogado. Cleri siguió el camino que él mismo trazó y, este año, el actual diputado nacional se postula como precandidato a gobernador de Santa Fe por el Frente de Todos.
Comenzó a militar en la facultad de Derecho, dentro del peronismo universitario, y al poco tiempo se sumó a las campañas partidarias con su familia. Su abuelo había estado preso en la época de la «revolución libertadora», la fusiladora, y Cleri intuye que en las charlas de domingo, al escuchar a su abuelo hablar sobre el rol del Estado, la economía y la historia nacional, nació una convicción que se reafirmó tras la presidencia de Néstor Kirchner: que su lugar de pertenencia es el peronismo.
En diálogo con El Ciudadano, el precandidato a gobernador de Santa Fe por el Frente de Todos y líder provincial de La Cámpora habló sobre su proyecto político. Destacó la necesidad de recuperar el rol del Estado, la planificación y la confianza de la ciudadanía. Y proyectó, entre otros ejes, la continuidad del programa Billetera Santa Fe, el lanzamiento de una línea de créditos para la vivienda y una campaña para recordar la historia de Malvinas.
—¿Qué puede aportar el peronismo o específicamente el kirchnerismo a la Argentina actual?
—Hace 20 años, un 27 de abril, Néstor salió segundo con el 22% de los votos y un 24% de desocupación, y el que ganó la elección con más de un 24% de los votos planteaba la dolarización como un nivel más elevado de la convertibilidad, que era una dolarización a través de una ley. Argentina tenía inflación en dólares, pero los salarios no aumentaban, tenía desocupación, se desindustrializaba, se endeudaba brutalmente, y carecía de herramientas transformadoras con lo cual se abrieron indiscriminadamente las importaciones. Cuando hoy te venden como solución la dolarización, uno observa que es el mismo discurso de hace 20 años con una cara nueva, que tiene patillas y un peinado loco. En el mismo sentido, te lo presentan los que fueron parte del problema de la Alianza: los Morales, los Bullrich, los López Murphy, los Larreta. El kirchnerismo es la alternativa distinta a gobernar Argentina de forma positiva como lo hizo Néstor y Cristina. Gracias a que la ciudadanía votó a Néstor no terminamos en ese camino equivocado. Hoy te lo vuelven a presentar como solución y hay que evitarlo porque hay que ir a un proceso de industrialización, inversión en educación, en tecnología, desendeudamiento para sacar al FMI de la Argentina y recuperar la autoridad presidencial, que es lo que la ciudadanía está pidiendo.
—¿Cómo ves el escenario político actual a nivel nacional y provincial?
—A nivel nacional tengo la expectativa y esperanza de que Cristina sea candidata a presidenta, me gustaría que Axel sea gobernador de provincia de Buenos Aires y Marcos Cleri gobernador de Santa Fe. Es una consolidación de un proyecto político a favor de Argentina desde Santa Fe.
—¿Cómo analizás la interna política en la que estás participando?
—Presentamos nuestras ideas y propuestas. Somos claros y precisos de qué representamos y cómo lo queremos. Tenemos mucha confianza en que la ciudadanía nos va a acompañar, siempre debatiendo ideas. No vamos a adjetivar, a hacer anuncios de política líquida sin contenido. Vamos a hacer mucha política, con un discurso claro. Tenemos un equipo de trabajo, un gran grupo humano, preparamos una propuesta y sabemos lo que queremos hacer. Queremos potenciar lo bueno del actual gobierno provincial pero corregir lo que está mal sin perder tiempo y estamos convencidos de que es momento de gobernar con mucho coraje y más corazón.
—¿Cuáles son los principales desafíos de la futura gestión?
—La dificultad es en materia de seguridad y en la recuperación del rol del Estado. Vamos a tener una mejor política de seguridad si recuperamos el rol del Estado en las grandes ciudades, tanto en Rosario, en Santa Fe, en Villa Gobernador Gálvez y Santo Tomé. El Estado tiene que recuperar el territorio que, por políticas neoliberales, se fue retirando y permitió el avance del crimen organizado. Hay que ser claros: necesitamos más Estado, presente y cercano, que resuelva conflictos y represente el interés de los que viven en ese lugar. Además, nuestra provincia necesita ser integrada, no sólo con rutas o conectividad, sino también con una idiosincrasia de producción y trabajo. El tercer desafío es la orientación de nuestro sistema educativo con una mirada en programación y robótica, con mayor cantidad de escuelas técnicas; el cuarto desafío es recomponer el vínculo del sector estatal con los trabajadores. Mientras sigan estos niveles de inestabilidad económica lo primero que hay que hacer es tener una política salarial de cláusula gatillo o actualización automática y debatir cómo mejoramos la infraestructura, la tecnología y la orientación de cada una de las áreas más la capacitación del personal.
—¿Qué opinás de los sectores a favor de la antipolítica?
—No es nuevo. Es el enojo de la gente que tiene ganas de engranar. Creo que se tiene que sumar a un engranaje general. Hoy cada una de las personas de forma individual está enojada. Quieren engranar, pero si transformamos ese enojo en una transformación positiva, van a salir cosas buenas. Todos los que están enojados tienen razón porque no se cumplió con el contrato electoral. Lo importante es que con más políticas, engranando juntos y construyendo en grandes engranajes podemos salir adelante. La confianza se gana. Por eso, vuelvo a Néstor en 2003 cuando la política también estaba rodeada de antipolítica y Néstor reconstruyó la autoridad gracias a la que la gente volvió a confiar. Queremos hacer lo mismo con Cristina y con nosotros en Santa Fe. Y si no es ella, la persona que elija tendrá el respaldo de la ciudadanía.
—¿Cómo se resuelve el estallido inflacionario y la disparada del dólar?
—Hay que contextualizar. Argentina se fue quedando sin herramientas por mala administración del gobierno de Macri y quienes lo siguieron al acordar un brutal endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional que sacó una herramienta fundamental que era el desendeudamiento de nuestro gobierno. Además, hubo tres años de sequía y una guerra mundial que aumentó todos los niveles, cambió los costos de logística aumentando los insumos para muchas cosas y la energía. Argentina se enfrentó a esas cosas externas con una mala política de gestión y decisiones políticas del gobierno de Macri acompañado por otros, dejándonos sin las herramientas suficientes para poder afrontarlas.
Confío en que se puede salir adelante teniendo las cosas claras como lo hizo Néstor, y también Cristina, ya que hay una experiencia de gestión para volverlo a hacer, reconociendo que es un camino complicado pero que lo vamos a sacar adelante porque tenemos las ganas, el coraje y las iniciativas.
—Los comerciantes y consumidores se preguntan: ¿qué va a pasar con Billetera Santa Fe?
—Billetera Santa Fe tiene que seguir y aumentar su precio, pero no tiene que ser una medida aislada. Tiene que estar vinculada con productos santafesinos que se vendan en los pequeños almacenes, que son los comercios de cercanía, y ver qué productos llegan a estos almacenes: productos santafesinos con una logística que ayuda a la provincia para que nos lleguen a un precio acorde. Asimismo, estas empresas que producen estos productos reciben crédito de la provincia de Santa Fe para aumentar su producción y, de esa manera, productos de excelente calidad que se hacen en Santa Fe y generan trabajo en Santa Fe llegan a comercios de cercanía, pequeños almacenes que están en todos los barrios y en todas las ciudades en donde se puede usar billetera Santa Fe. Hacés un círculo de una política integral virtuosa, cuidando el bolsillo, generando empleo y aumentando la producción.
—¿Cómo es la iniciativa sobre Malvinas que llevás adelante en tu campaña?
—Somos la generación Malvinas. Los que nacimos en el año 82 hemos decidido que siempre hay que recordar que las Malvinas son argentinas, entonces aprovechamos la campaña y llevamos a todos lados y a cada persona un prendedor con forma de escarapela que dice que las Malvinas son argentinas. Se lo damos a cada una de las personas, no importa cómo piense, porque sabemos que la causa Malvinas nos une. Desde este ejemplo de que hay que malvinizar, que hay que recordar, que hay que volver a pasar por el corazón les decimos que hay tres cosas que tenemos que tener el partido del bien común: el partido de la seguridad, de la educación y de la salud. Hay que construir un núcleo de coincidencias positivas en donde se pueda salir adelante y seguir reclamando por Malvinas. Somos la generación Malvinas los que tenemos 40 años, los que fueron a Malvinas y sus familiares que hoy tienen 60 y los pibes que vieron por primera vez campeón a Argentina y cantaron la canción “Muchachos” y tienen 20. Es un compromiso intergeneracional de defensa de un territorio que es claramente nuestro.
—¿Qué otra iniciativa tienen pensada para la provincia?
—Otra de los proyectos es la creación de un Procrear santafesino, del estilo del programa de crédito nacional. Abarca tres líneas: crédito para la refacción; para la construcción con un lote propio; y para que el sector privado haga los emprendimientos que luego se sortean. Es posible hacerlo en Santa Fe dinamizando la economía. Por cada Procrear se generan 10 puestos de trabajo. Resulta una inyección directa de dinero que permite construir el sueño de la casa propia, pero también tiene múltiples efectos positivos: genera trabajo, dinamiza la economía, aumenta la oferta de vivienda porque libera vivienda para alquilar y ordena la planificación urbana de municipios y comunas con un rol fundamental de la provincia. Esto se puede hacer con las personas de manera libremente y también a través de los sindicatos que ya tienen tierra. Es posible con un fondo específico que se va repagando y se sigue aumentando.
—¿Qué puede hacer el Estado para aliviar la situación de quienes alquilan?
—El problema de los alquileres es la inflación. Si te ponés de acuerdo con el contrato es beneficioso para las dos partes porque tiene una regla de actualización, pero el que ofrece la vivienda no lo quiere hacer y al que quiera acceder a la vivienda le piden muchas cosas por fuera de la ley. Lo mejor que podemos hacer es aumentar la construcción de vivienda y, de esa manera, lograr estabilidad en la macroeconomía. Una familia elige pagar una vivienda propia en lugar del alquiler y los que tienen el edificio vacío te van a querer alquilar. Hay que hacer que las cosas sencillas se hagan bien y las cosas complejas resolverlas con coraje, corazón, planificación y en conjunto.
