River le ganó 1-0 a Boca con un penal del colombiano Miguel Borja en el segundo minuto de descuento y el Superclásico terminó en una batalla campal entre los futbolistas de ambos equipos, ya que los visitantes se molestaron por la forma de festejar esa conquista de algunos jugadores locales, y derivó en tres expulsados por equipo (dos suplentes del local) más el técnico xeneize Jorge Almirón.
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Todo se desmadró tras la conquista de Borja: los jugadores protagonizaron un escándalo que incluyó insultos, provocaciones, empujones y agresiones. El Xeneize terminó con 3 futbolistas menos por las expulsiones a Ezequiel Fernández, Miguel Merentiel y Nicolás Valentini además del DT; en tanto que en el Millonario los que vieron la roja fueron Ezequiel Centurión, Elías Gómez y Agustín Palavecino.
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Con este resultado, el Millonario sigue en lo más alto de la tabla con 37 unidades, y le lleva 9 puntos a su inmediato perseguidor San Lorenzo -que jugará este lunes-, mientras que el Xeneize quedó en la décimo tercera posición con 18.
El encuentro comenzó disputado y la fricción se extendió a lo largo de la primera etapa: el árbitro Darío Herrera amonestó a un total de siete futbolistas, algo que dejó condicionados a Leandro González Pirez, Rodrigo Aliendro, Enzo Pérez, Enzo Díaz, Alan Varela, Nicolás Figal y Pol Fernández.
En cuando al poco fútbol que hubo en el estadio Monumental, fue River el encargado de manejar los hilos y ser el protagonista con un claro dominio y generando las acciones de peligro. Nacho Fernández dos veces, primero con un remate cruzado al borde del área grande y luego con un tiro libre, no pudo ganarle el duelo a Chiquito Romero, quien en la única acción que no pudo responder, observó paralizado como el cabezazo de Lucas Beltrán pasó a centímetros de su palo más lejano.
Los de Jorge Almirón estuvieron lejos de tener una buena primera etapa y se vieron desbordado constantemente cuando su rival decidió presionar y jamás logró inquietar a Franco Armani.
Ya en el complemento, Boca fue el que tomó la iniciativa, sorprendió con una fuerte presión y Sebastián Villa se escapó para quedar mano a mano frente a Armani, pero Milton Casco evitó de forma notable la definición del colombiano, mientras que en la acción siguiente fue Nicolás Valentini el que salvó al Xeneize de que Fernández convierta el tanto para River.
Con el correr de los minutos, el encuentro se tornó de ida y vuelta, y ambos conjuntos exhibieron sus armas para intentar abrir el marcador: Romero le ahogó el grito de gol a De La Cruz, quien sacó un violento remate de media distancia, y luego el palo le negó la apertura al ingresado Pablo Solari, mientras que Villa con un tiro libre generó expectativas, pero Armani la tapó bien.
Tanto River como Boca sintieron el cansancio y las ideas fueron mermando, sin embargo, cuando el encuentro se iba al empate, Agustín Sandez se llevó puesto a Solari dentro del parea y Herrera no dudó en cobrar penal: Borja, con un sutil remate, engañó a Chiquito y firmó el 1-0.
Pero en pleno festejo del colombiano, en el medio del campo de juego se dio tumulto general en el que futbolistas y asistentes de ambos equipos para bajarle la persiana a un Superclásico cargado de condimentos que tuvo un total de siete expulsados y mucho por debatir.