La renovación de la plaza de la Infancia (Presidente Perón al 4500), que se inauguró formalmente este miércoles, representa un mojón integrador hacia la nueva urbanización de barrio Banana, en el Distrito Oeste de la ciudad. En este marco, el nuevo sector de juegos adopta un rol protagónico que funcionará como un faro de atracciones recreativas para todos los vecinos y vecinas.
El módulo que se incorpora en este enclave es el «Laberinto de flores». Este dispositivo lúdico, uno de los más grandes e imponentes instalados en el marco del plan de mejoras de espacios barriales, fue ideado como un gran cantero de flores, atravesado por un recorrido de dos metros que conecta torres de varias alturas, paneles, juegos, tubos, un puente de sogas y distintos tipos de toboganes.
«Laberinto de flores» cuenta con torres de variada altura sin techos y permite que niñas y niños puedan jugar y divertirse con diferentes atractivos en toda su dimensión. Entre ellos se encuentra el Panel Ta-Te-Ti, un marco que encuadra 9 cilindros con cruces y círculos que rotan sobre su propio eje, formando así distintas variables para disfrutar del tradicional juego.
El juego también propone un panel de memoria y la posibilidad de tocar tambores, así como pasar por los tubos de gateo que se encuentran en diferentes alturas, pasar por el puente de sogas o trepar por la palestra. Y, por supuesto, deslizarse por los 4 toboganes que dispone la estructura: dos toboganes rulo, el tobogán doble y el tobogán mixto de casi 2 metros de recorrido.
La plaza de la Infancia constituye un espacio de encuentro que permitirá redescubrir la nueva fisonomía de barrio Banana, donde además del novedoso dispositivo lúdico, se sumó un nuevo playón deportivo, un viejo anhelo de quienes utilizan a diario esta plaza.
La intervención integral que se desarrolló en el espacio reforzó además la superficie verde y recuperó la vegetación, incorporando gran cantidad de árboles de diferentes especies, que aportarán la sombra necesaria al lugar. Entre las tareas de renovación se destacaron la reparación de pisos existentes, la ejecución de pisos nuevos, la instalación de sistema de riego, trabajos de pintura y la colocación de equipamiento urbano, entre otras.
La plaza de la Infancia, que busca la apropiación del espacio público por parte de chicos y grandes, supone la entrada simbólica a la nueva urbanización de barrio Banana y un lugar de orgullo en esta transformación.