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Riquelme y Monedita, detrás de allanamientos por ataques a escuela, Servicio Penitenciaro y comisarías

La investigación de las balaceras contra el complejo Rosa Ziperovich, el Order y las seccionales 16a y 20a relacionó los hechos con singulares episodios en la cárcel de Piñero, que incluyen rotura de cámaras de vigilancia y un extraño suceso durante la visita de la concubina de preso de alto perfil

Rosario, Puerto Gaboto y Roldán. En esas ciudades se concretaron este viernes varios allanamientos que tienen por común denominador al clan liderado por Francisco «Fran» Riquelme y a los allegados de Alejandro «Chuky Monedita» Núñez. Esas irrupciones de las fuerzas de seguridad fueron consecuencia de la causa que investiga los recientes ataques con arma de fuego contra el complejo educativo Rosa Ziperovich, dependencias del Servicio Penitenciario y las comisarías 16a y 20a.

La fiscal de la Unidad de Balaceras Valeria Haurigot hizo el pedido para concretar los allanamientos. Al cabo de los mismos, además del secuestro de armas, drogas, celulares, una moto y dinero, quedó detenida una mujer que había protagonizado un raro incidente en la visita a su concubino, un preso de los denominados de alto perfil.

Los procedimientos se realizaron con un gran despliegue de fuerzas: personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de la Agencia de Control Policial (ACP – ex Asuntos Internos), grupos de Irrupción Unidades Regionales y la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), con la colaboración de la Policía Federal para establecer cercos perimetrales en las zonas de los procedimientos.

Los uniformados secuestraron en total 183 envoltorios y 14 panes compactos de marihuana, 24 bochitas de cocaína, una pistola Browning calibre 9 milímetros y 37 cartuchos, un cargador, 21 teléfonos celulares, una moto Honda Twister y 540.660 pesos.

https://www.youtube.com/watch?v=erf0IJtoecI

Rotura de cámaras de vigilancia y raro incidente en visita

Uno de los hechos investigados en la causa que derivó en los procedimientos de este viernes es el ataque a balazos cometido el 23 de mayo pasado contra el frente del complejo Rosa Ziperovich, en avenida Sabin al 1100, zona noroeste.

Los agresores dejaron allí una nota mencionando a autoridades de la cárcel de Piñero y exigiéndoles que «dejen de verdugiar la de los alto perfil vicita por qe vamos a seguir matando gente«. Así, con esa grafía. El mensaje terminaba con el aviso: «quieren tranqiidad en Rosario, Chabeta y Gaibes, uviquen el personal de uestedes«. La firma, ya un clásico, es «La mafia».

Otros ataques que motivaron las órdenes de allanamientos ocurrieron con poca diferencia horaria durante la tarde del 29 de mayo último. Los blancos de los disparos, esa vez, fueron dependencias del llamado Order (centro de recepción de detenidos) de avenida 27 de Febrero al 7800, y la comisaría 16a de barrio Tablada.

El mismo día, un poco antes, hubo un conflicto en un pabellón de presos de alto perfil de Piñero: el interno Alejandro Núñez, un recurrente de las crónicas policiales originario de barrio Tablada y conocido como Chuky Monedita, había vandalizado tres cámaras de videovigilancia, por lo que las autoridades del penal decidieron trasladarlo a otro sector. Los ataques posteriores incluyeron, de nuevo, mensajes dirigidos a personal penitenciario y la correspondiente amenaza: «verduguean a los pibes, aguante la que se viene».

La investigación se encaminó entonces a relacionar los episodios de violencia con esos incidentes en el penal y otro, bastante singular. El 13 de abril último, cuando Flavia Fabiana A., pareja del detenido originario de barrio Ludueña Francisco Riquelme, se aprestaba a ingresar a Piñero para una visita, el escáner le detectó «un bulto» en la zona de la vagina.

De inmediato, la mujer se retiró del lugar para evitar una revisión, y tras ello le fueron suspendidas las visitas por 60 días. Otro caso ocurrió 10 días antes: a Graciela B., pareja de Chuky Monedita, le secuestraron marihuana durajnte la requisa al ingreso del penal, por lo que, en su caso, le prohibieron la entrada por tres meses.

Con esos antecedentes y otras pesquisas, todo apuntó a vincular las balaceras a órdenes emanadas desde el Pabellón 28 de la Unidad Penitenciaria 11 de Piñero. En particular, por parte de Fran Riquelme –quien lidera un grupo vinculado con Esteban Alvarado que tiene en jaque barrio Ludueña en su disputa contra los hombres de Los Monos referenciados en Matías «Pino» César– y Monedita –integrante de un célebre clan de zona sur condenado por asesinato–, también referenciado en Alvarado. Por eso, la fiscal Haurigot pidió los allanamientos a familiares y allegados a esos internos.

Seis de los procedimientos fueron en domicilios de la cuadra de Felipe Moré al 600 bis. Otras irrupciones de las fuerzas de seguridad fueron en un departamento del décimo piso en 9 de Julio al 4000, en Olavarría al 1200 y en Matienzo al 400, domicilio de la única detenida en los procedimientos, la pareja de Riquelme. Además de esas direcciones en Rosario, hubo otras en calle Almagro al 500 de la ciudad de Puerto Gaboto, y en Paraguay al 500 de Roldán.

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