Arqueólogos descubrieron los instrumentos de viento más antiguos de Oriente Próximo, pequeñas flautas utilizadas hace más de 12.000 años para imitar el canto de una especie de ave rapaz que desempeñaba un papel clave en la cultura de las poblaciones locales.
Se trata de siete instrumentos sonoros elaborados con huesos de pájaros moros (un ave acuática) con los que al soplar se generan unos sonidos que son una imitación del canto de rapaces como el gavilán europeo y el cernícalo, explicó un comunicado el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) que recogió el sitio DW.
El hallazgo se produjo durante las excavaciones de Eynan Mallaha, al norte de Israel, junto al lago Houleh, una zona poblada entre 13.000 y 9.700 años antes de nuestra era por los natufienses, una civilización que estuvo asentada en Oriente Medio.
Huesos seleccionados cuidadosamente
En un comunicado, divulgado con ocasión de la publicación de un artículo en la revista Nature Scientific Reports, el CNRS destacó el carácter muy infrecuente de este descubrimiento e insistió en que la elección de los huesos no se hacía al azar. Se escogieron huesos pequeños para obtener sonidos más agudos y así poder imitar los de las aves rapaces.
Los investigadores sospechan que los instrumentos pudieron utilizarse para cazar y para tocar música, pero también para comunicarse con las aves, ya que para los natufienses tenían una simbología especial, algo que pone en evidencia los múltiples objetos de joyería fabricados con garras que se han encontrado en Eynan Mallaha, un yacimiento que tiene una importancia capital para explicar las prácticas y las costumbres de una cultura que hizo de puente entre unos modos de vida móviles (basados en la caza y la pesca) y otros sedentarios (basados en la agricultura).
Réplica exacta de las flautas de Eynan-Mallaha
Para estar seguros, los investigadores del laboratorio veterinario de Nantes fabricaron una réplica exacta de las flautas de Eynan-Mallaha utilizando un hueso de ala de pato trabajado con sílex. Y compararon el sonido producido con el de más de 60 especies de aves cazadas por los natufienses y cuyos restos se han encontrado en el yacimiento.
«El análisis espectral coincidió exactamente con el de los halcones», afirma el arqueólogo Laurent Davin, quien descubrió el año pasado que los siete objetos excavados.
Según el científico, se trata del instrumento más antiguo conocido hasta la fecha que imita el canto de un pájaro.
El ave rapaz identificada desempeñaba evidentemente un papel importante en la cultura de los natufienses, ya que sus garras se utilizaban como adornos. Esta hipótesis se ve corroborada por el descubrimiento de figurillas de arcilla de ave, al menos una de las cuales representa claramente un ave rapaz.
Es posible que las flautas se utilizaran como señuelos para cazar estas aves, pero los investigadores señalan que en el yacimiento hay pocos restos de este tipo de aves. La hipótesis de que se utilizaran para la cetrería es muy difícil de demostrar.
Lo que quedaba era la posibilidad de su «integración en prácticas musicales, y eso es algo de lo que tenemos muchos ejemplos en la etnografía», explicó Laurent Davin. Por ejemplo, los indios de las llanuras, que aún hoy viven en Estados Unidos, utilizan flautas hechas con huesos de águila en sus ceremonias. Lo mismo ocurre, por ejemplo, «en Papúa Nueva Guinea, donde los cantos de los pájaros del bosque se incluyen en las ceremonias», prosiguió el arqueólogo.
El descubrimiento fortuito de estos instrumentos en Eynan-Mallaha debería llevar a reexaminar otras colecciones de huesos de la región. «Es muy probable que se encuentren en otros lugares de Oriente Próximo», concluyó el investigador.
Quiénes fueron los natufienses
Los natufienses eran grupos preagrícolas que vivieron en Israel y la región circundante hace entre 15.000 y 11.700 años. Eran cazadores-recolectores, pero fueron de los primeros en asentarse y construir las primeras casas de piedra conocidas en la región.
Las primeras excavaciones francesas, en 1955 y posteriormente con el cambio de milenio, hallaron cinco casas redondas de piedra, pruebas de ritos funerarios y abundantes huesos de animales, entre ellos más de 1.100 huesos de aves.
La llanura de Hula, en el norte de la Galilea israelí, se creó en la década de 1950 al desecar el lago Hula. En la década de 1990, parte de la zona se renaturalizó y volvió a convertirse en lago y marisma. Hoy alberga una reserva natural y una estación ornitológica muy visitada, sobre todo en época de migración de las aves.