Fue una travesura, no hubo intimidación ni una intensión agresiva. Simplemente, un alumno de 10 años de la escuela 165, República de Perú, de Alem 3609, llevó a clase, en la mochila, un revólver calibre 22 como una picardía. Se lo comentó a sus compañeritos y ellos, a la maestra. Luego se comprobó que el arma no tenía balas en el tambor.
“El alumno dijo que el abuelo le había dado el arma, que era de la Segunda Guerra Mundial. La docente vio que estaba el ahí, llamamos a la familia y vino. Tuvimos que esperar a que se retiraran todos los alumnos de la escuela y vengan los efectivos policiales”, explicó Daniela, la directora del colegio. la docente calificó el hecho como una travesura y destacó que se convocó a un psicólogo para que aompañe el pequeño.
“Estaba descargada (el arma). Nunca la sacó de la mochila. Es una criatura. No intimidó a nadie. Lo comentó varias veces y la docente miró”, agregó la directora sobre la secuencia.
El gremio docente Amsafé Rosario también acusó recibo del hecho. “Estas situaciones demuestran cómo está viviendo la sociedad y la cantidad de armas que hay en las casas a disposición de las familias. En este caso se trató de un chiquito de 10 años. No sabemos los motivos por los cuales llevaba un revólver en la mochila. Por lo menos, el arma estaba descargada”, señaló el secretario general del sindicato, Juan Pablo Casiello.
El dirigente gremial coincidió con el relato de la directora de la escuela: “Lo poco que sabemos es que el nene le hizo un comentario a un compañerito y eso trasciende y otro le contó a la maestra, y cuando la docente interpela al niño, éste lo reconoce rápidamente y entrega el arma. No sabemos si la llevó para jugar, si se la sacó a su familia o si alguien la puso en la mochila. Es un niño de 10 años, no había una situación de violencia en la escuela ni ninguna razón para que él la llevara”. Casiello hizo hincapié en los descuidos de los entornos familiares y en la inocencia del niño, que no ocultó lo que llevaba.