Con su sello, con su tiro, con su alma. El que volvió para devolver a Provincial a lo más alto concretó la hazaña. Adrián Boccia puso el 69 a 67 y metió a Provincial en la Liga Argentina.
La bocina suena, estridente, en un reducto pequeño que bien podría pasar inadvertido en el contexto del básquet mundial pero que para este grupo de locos que festeja quedará por siempre en la memoria como el lugar en el que los deseos se cumplieron, los sueños se hicieron realidad y todas las frases hechas que puedan darse cita en este momento de gloria deportiva, porque justamente, para eso están hechas las frases.
Provincial le ganó en el Rodney Young (nombre yanqui en estadio riojano) a Amancay en La Rioja y concretó su búsqueda, su anhelo, para llegar a la Liga Argentina y devolverle a su gente y a la ciudad un lugar en la segunda categoría nacional. Y también cerró un círculo exitoso que se venía construyendo desde hace años en la cabeza y el corazón de un grupo de locos que son del Rojo desde la raíz, pero que también caminaron la sede y subieron las escaleras del Bonilla picando una anaranjada.
Porque qué es este logro sino la concreción de un sueño colectivo, que nació de pequeñas ilusiones, de otros tantos deseos, de guiños del destino, de apuestas, de sacrificios. Cuántas veces lo habrán pensado Adrián Boccia y Pablo Fernández en dondequiera que estuvieran jugando, cuántas veces lo habrán charlado los Bloch después de un asado en Roldán. Y con ellos, otros detrás, otros adelante, otros a los costados, un montón que se sumaron, o que ya estaban, y que pusieron uno a uno su granito de arena al sueño colectivo.
Porque Gerbaudo la pasó mal, pero no dejó en banda a su equipo en la enésima demostración de coraje, porque Garello fue la pieza que se esperaba para sacarse la espina como tantos del 2022, porque Quiroga y Pérez son la experiencia y el aporte clave ya se con muchos o pocos minutos, porque Ettorre es la desfachatez dentro de la mesura, la tormenta en la calma.
Lalima lidera desde una voz silenciosa que sin embargo se hace escuchar, el recambio aporta desde D’Amari, Evangelista, Tomy Gómez hasta los pibes Stra o Bertaina pasando por Reyero, que se bancó una molesta lesión en el cierre, o el Buda Rodríguez que fue recambio cada vez que se lo necesitó. Y claro, están los delegados, el cuerpo técnico. Y los hinchas, esos y esas que siempre creyeron.
En un 2023 de rendimiento contundente y juego camaleónico para leer rivales, el Rojo tuvo oficio para atravesar la fase regular con solidez hasta llegar a la etapa clave con iguales o mayores chances que la campaña pasada, en la que con Mariani como uno de los líderes había cumplido una tarea brillante, pero se quedó a un tiro del ascenso en Pico. Y lejos de inyectar los ojos en sangre, le bajó el precio a la palabra revancha para que se no se haga tan lejana la venganza. Eligió el destino del paso a paso y corcoveó en series de playoffs exigentes hasta quedar otra vez en un mano a mano decisivo. El primer paso lo dio hace unos días en el exultante Bonilla y este martes le pegó una patada en el traste a los fantasmas para enloquecer la noche riojana.
No, sin dudas este pequeño estadio en el que deliran los de camiseta blanca y roja, no es un escenario de los más atractivos del básquet argentino, pero para ese puñado de almas que pensaron esto, es el lugar que le puso el escenario a sus sueños, es para siempre el teatro de operaciones en el que Provincial concretó el ascenso a la Liga Argentina y le devolvió al club y a la ciudad un sitio que le pertenecen.
El partido
Tras un primer cuarto explosivo y marcado por la paridad fue Amancay quien obtuvo la primera ruptura en el partido y se escapó con máxima de 8 puntos en el segundo parcial.
Pero la final tenia destino de duelo cerrado y ninguna de las rachas iba a modificar ese designio. Ni Nataniel Rodríguez y su rato de furia, ni Ettorre cuando desató su juego.
Amancay amagó con romper el juego y un par de pitazos lo hipotecaron, pero Provincial nunca se rindió, a punto tal que primero con Fernández con tiro poco estético pero efectivo y luego con Boccia y su sutileza se llevó una victoria para recordar por siempre.
Vuelve Provincial a la segunda categoría nacional, vuelve Rosario, y lo gana en la cancha. Vale doble.
SÍNTESIS
AMANCAY 67: Matías Lucero 17, Nicolás Rodríguez 6, Nicolás Álvarez 14, Nataniel Rodríguez 11, Lucio Longoni 6 (fi), Valentín Frías 2, Rodrigo Campos 9, Joaquín Fernández 10. DT: Mariano Gervasio.
PROVINCIAL 69: Gastón Gerbaudo 2, Alejandro Ettorre 15, Pablo Fernández 9, Adrián Boccia 21, Vicente Garello 12 (fi), Renzo D’Amari 0, Matías Quiroga 4, Federico Pérez 4, Juan Pablo Evangelista 0, Tomás Gómez 2. DT: Gustavo Lalima.
ESTADIO: Rodney Young
ÁRBITROS: Mellado, Montoya y Díaz Demichellis
PARCIALES: 24/24, 44/36 y 57/58
SERIE: 2-0