En medio de las constantes negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que lleva adelante el ministro de Economía, Sergio Masa, la Administración Nacional hilvanó casi un año de ajuste en el gasto presupuestario por arriba del 6%. Los últimos datos disponibles (que comprenden hasta mayo) expusieron un importante crecimiento de los recursos destinados a pagar la deuda, mientras que hubo un importante recorte en Asignaciones Familiares y Subsidios a la Energía, como consecuencia de la segmentación tarifaria.
Según los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) al finalizar el mes de mayo se ejecutó el 36,1% del presupuesto total de gastos, casi 15 puntos menos que lo registrado durante el mismo período del año pasado (50,7%) cuando regía la prórroga del Presupuesto del ejercicio 2021 y ya se había ejecutado la mitad de lo disponible para todo ese año. Al revisar los ingresos en el período analizado, se destacó que el IVA fue el impuesto con el que más recaudó el Estado, por encima de Ganancias, Bienes Personales y derechos de Exportación.
Entre los componentes del gasto se destacan algunas particularidades. En primer lugar el concepto que verificó mayor crecimiento durante estos cinco meses, en comparación con el mismo período del año pasado, fue el de intereses de deuda (17,8%). En paralelo, hubo una fuerte reducción en recursos destinados a Asignaciones Familiares (-30%) y a subsidios a la energía (-20%). En este último caso, comenzó a reflejarse el impacto de la segmentación de tarifas.
En tanto, los números de la OPC destacan un importante crecimiento en los subsidios económicos al Transporte. Entre enero y mayo de este año ese rubro creció un 16% en relación al mismo período del 2022. Pese a las transferencias al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte, la falta de recursos en la provincia quedó expuesta luego de los últimos conflictos salariales que resintieron el servicio, particularmente en Rosario.
Al analizar la variación en el gasto primario (que se calcula a partir de la suma de los gastos corrientes y de capital, menos los intereses de la deuda) el resultado de mayo arrojó una caída del 12,5% respecto al mismo mes del año pasado. Con estos datos se acentúan los recortes en ese concepto y la administración nacional acumula 11 meses consecutivos de ajuste.
Pasando en limpio
Entre enero y el último día de mayo, los ingresos del Estado nacional acumularon $8.172.262 millones, lo que implicó una disminución en términos reales de 6,7% respecto a igual período del año anterior
En promedio los ingresos impositivos cayeron un 12% año contra año. Por ejemplo: el IVA subió 6% y el impuesto al cheque un 3%, mientras que los Derechos de Exportación e Importación y el Impuesto a las Ganancias reflejaron caídas reales de 64,1% año contra año (a/a), 16,2% a/a y 1,3% a/a, respectivamente.
El retroceso de la recaudación tributaria se compensó parcialmente con el incremento de los recursos provenientes de la Seguridad Social, que mostraron una expansión real de 2,3% a/a.
Por su parte, los gastos durante ese mismo período, acumularon $10.511.116 millones y significaron una caída del 7,5% interanual.
Los gastos primarios, sumaron $9.320.279 millones y se redujeron 9,9% a/a. Además de la caída mencionada en asignaciones familiares (30,0%) y subsidios a la energía (20,0% a/a), los otros rubros que más contribuyeron a la disminución del gasto fueron las reducciones en jubilaciones y pensiones (5,4%) y los gastos de capital (20,6% a/a). En sentido contrario, los intereses de la deuda (17,8% a/a), los gastos en personal (7,4% a/a), los subsidios al transporte (16,1% a/a).
Como resultado de esta dinámica se registró un déficit financiero de $2.338.855 millones, 10,0% a/a menor en términos reales con relación al obtenido en los primeros cinco meses de 2022. Esto se traduce en un ajuste 10% superior al del mismo período del año pasado, algo que cumple al pie de la letra con las exigencias del Fondo Monetario Internacional.
Ejecución más lenta
Al comparar la ejecución de gastos respecto al mismo período del 2022, se destaca en primer lugar que durante este año el nivel de ejecución quedó bastante lejos respecto al año anterior. Al finalizar mayo se ejecutó el 36,1% del presupuesto de gastos, 14,6 puntos porcentuales por debajo del nivel registrado un año atrás (50,7%).
SI bien el nivel de ejecución estuvo casi 15 puntos porcentuales promedio por debajo respecto al año pasado, en algunos casos, la diferencia en la ejecución presupuestaria fue mayor. Por ejemplo, en el caso de la Asignación Universal por Hijo este año se ejecutó casi un 26% menos que el año pasado. Fue un 60,3% en 2022 frente al 34,6% de este año.
