Newell’s no puede levantar cabeza en la Liga. Ausencias por lesiones, acciones desafortunadas, errores defensivos, planteos que no resultan o ineficacia en el área rival. Cada uno de estos argumentos pueden explicar que la Lepra acumule cinco partido sin ganar. Esta vez se cortó la racha consecutiva de empates, pero fue con derrota 2-0 ante Central Córdoba en Santiago del Estero. En un partido donde el equipo de Heinze debió sacar algo más, pero la figura del arquero Mansilla y desinteligencias defensivas leprosas sentenciaron el partido. Y hubo otro fallo arbitral peerjudicial, para no perder la costumbre.
La ausencia de los lesionados Sforza, Gómez y Sordo, sumado a la seguidilla de partidos, obligó a Heinze a modificar el sistema táctico. El entrenador entendió que la mejor opción era parar un 3-5-2, pero improvisó con Jherson Mosquera como stopper, para darle descanso a Velázquez. Y ese ensayo no funcionó desde lo defensivo, ya que el colombiano tuvo enormes problemas en la marca, en especial en el anticipo.
A veces la idea de un entrenador es la correcta. Y tal vez eso sucedió con Heinze en Santiago del Estero. Pero la eficacia en las áreas finalmente juzgan las decisiones de los técnicos. Y la primera parte en el Madre de Ciudades fue un claro ejemplo de eso. Central Córdoba tuvo una chance y anotó. Fue una carambola tras un córner que salió del área, pero Rius volvió a meter la pelota en una bolillero lleno de piernas y acertó con uno de su equipo. Gamba cedió a Goñi, quien sacó un puntazo a la red. Una llegada, un gol.
Newell’s, en tanto, intentó jugar desde todos los sectores de la cancha, a veces con más eficacia y otras no tanto. Sumó varias opciones para anotar, y entre el arquero Mansilla y las malas decisiones en los metros finales se quedó con las ganas. Aguirre no pudo coronar con gol una asistencia de rabona de Recalde exquisita. El pibe encaró mano a mano, pero definió sin justeza y Mansilla evitó el gol con el pie. El arquero también impidió que un cabezazo de Recalde terminara en la red. Y sobre el cierre de la primera etapa metió un manotazo salvador frente a un centro de Martino que se le metía tras desviarse en un defensor. También hubo un mano a mano de Montenegro, que se asustó al verse tan solo y optó por un pase a nadie cuando la jugada pedía a gritos un remate cruzado.
El segundo tiempo fue un monólogo leproso. Con paciencia, el equipo de Heinze intentó llegar al empate como pudo. Pero le faltó claridad y eficacia en los metros finales. Y el arquero Mansilla cerró su arco con varias atajadas decisivas. Un remate de Recalde y otro de Pablo Pérez con desvío provocaron dos atajadas más para la figura de la cancha. Y además hubo un remate de Ferreira de frente al arco que se fue desviado y muchas aproximaciones con pinta de gol que terminaron en nada por malas decisiones en el toque final, como si al entrar al área los futbolistas leprosos se nublaran.
También hubo una polémica, para no perder la costumbre. Un remate de Aguirre frontal dio en la mano de Pereyra, separada del cuerpo. El árbitro Trucco compró que fue un golpe en el cuerpo, pero inexplicablemente el VAR no corrigió ese fallo arbitral. Ni siquiera dejó que Trucco la viera y decidiera. Otro fallo perjudicial para la Lepra, y ya son demasiados para dejarlos pasar.
De todas formas, Newell’s no perdió por el árbitro, la derrota fue consecuencia de ausencias importantes, la falta de eficacia o jerarquía en los metros finales y errores defensivos que lo condenaron y empezaron a alejarlo de la zona de clasificación a Copas.