Referente no sólo a nivel local sino también nacional del teatro para las infancias (entre otras aristas de su trabajo como el valioso Circuito Interbarrial de Teatro), la actriz, dramaturga, directora y docente Carla Rodríguez retoma una experiencia que en su momento fue inédita en la ciudad, la del teatro para bebés, conocida en 2011.
De este modo, tras una larga sucesión de temporadas y reposiciones que tuvo su cierre en 2021 de su magistral ITO. Teatro para bebés, dio a conocer recientemente en la sala La Orilla Infinita, donde se presenta cada sábado, lo que se supone es una especie de continuación de esa inolvidable experiencia lúdico-escénica no sólo para los bebés sino también para padres y acompañantes que en cierto modo encontraban allí un mundo nuevo, saludablemente muy alejado de la tecnología, y muy cercano a las mejores experiencias vitales del teatro, de esas que dejan huella y no se olvidan más.
OTA. Teatro para bebés 2 cuenta en escena con el trabajo de María Soledad Galván y Santiago Pereiro, a partir de una idea y con guión y dirección de Carla Rodríguez, al frente de un equipo que se completa con los asistentes de escena Julia Quintili y Florencia Tonillo, asistencia de montaje y técnica de Nahir Medina, música original de Esteban Sesso, dirección y diseño escenográfico de Cristian Grignolio, construcción de escenografía de Pablo Herrera y Lali Farina, el diseño y realización de vestuario de Paola Fernández, también a cargo de la costura de fundas para la plataforma en la que se desarrolla la propuesta, junto con la escenografía de Inés Lingua, el diseño de luces de Paloma Gallardo y la producción de Pablo Solari.
“En OTA. Teatro para bebés 2 –plantea la creadora–, se narra la historia de una tortuga grandota llamada OTA que se encuentra perdida en las profundidades del mar. OTA busca su casa y en su camino, se encuentra con AYO, el pez payaso; UPO, el pulpo y con ICO, el caballito de mar. Con ellos juega y aprende, pero OTA sigue sin encontrar su verdadero hogar. Es entonces cuando, jugando a las escondidas, se detiene, se encierra bajo su caparazón y descubre que su casa es ella misma, que lo que buscaba por fuera está en ella. En el final, OTA y sus amigos celebran cuando ella se ilumina y canta «¡Mi casa soy yo!»”.
Como cada trabajo del equipo de Rodríguez a través de Vamos Que Nos Vamos, lo que vale es la idea de fábula, donde siempre, estratégicamente, en su producción para las infancias y el público en general busca dejar un mensaje valioso, muy lejos del relato obvio y adocenado de la mayoría de los espectáculos mal llamados “infantiles”, siempre estratégicamente contado, como pasaba en ITO donde, entra más, se ponía en valor la inclusión y lo diferente, acerca de un gusanito que se convertía en una bella mariposa.
OTA. Teatro para bebés 2, como su antecesora, es un material recomendado para bebés de 0 a 3 años. En OTA, según adelantan, “un escenario circular con el público a su alrededor recrea el fondo del mar donde suceden las situaciones de esta obra diseñada para la infancia del apego. Es un cuento presentado por una actriz y un actor, quienes narran la historia, tocan instrumentos y manipulan muñecos. Es una obra con texto y argumento, ya que consideramos que los bebés tienen capacidad interpretativa de comprender el relato mucho antes de hablar. Al terminar, se los invita al escenario para jugar, vivenciar un momento lúdico-sensorial y ser protagonistas”, como también pasaba con la experiencia anterior.
Un nuevo público
“Desde el año 2011 iniciamos en Rosario este tipo de teatro y con ello la formación de un nuevo público. Hasta entonces, las y los bebés no iban al teatro, o en todo caso les tocaba ir de acompañante. Un bebé no tenía la categoría de espectador y mucho menos de espectador que paga entrada. La experiencia ITO venció con el tiempo al prejuicio social. Fue una obra fundacional para la categoría del espectador bebé y la visita al teatro comenzó a ser parte de las salidas y hábitos familiares en nuestra ciudad”, destacó Rodríguez.
Y sumó: “ITO fue para muchos niños y niñas su primera obra de teatro, y dejó huella. Hoy esos niños y niñas tienen entre 3 y 14 años. El hábito de ir al teatro desde muy temprana edad no hubiera sido posible tal vez sin esta propuesta que fue diseñada y dirigida para esta edad en especial, porque creemos en el teatro por edades. La obra para bebés también generó confianza en lo que puede habilitar una crianza ligada al arte y el encuentro con la expresión estética, invitando a las familias a replicar la experiencia de ITO con otros cuentos y canciones en el seno del hogar. El espectador adulto/a del teatro de bebés que proponemos es entonces un espectador doble, porque mira la obra y también mira al bebé que mira. Es decir: contempla y disfruta del goce de la mirada del bebé. Creemos que hacer teatro para las infancias te conecta con la propia infancia. Y al público adulto/a le sucede algo similar, se conecta con su propia infancia. Con OTA. Teatro para bebés 2 esperamos seguir formando nuevos públicos y afianzando este camino iniciado hace muchos años”.
Para agendar
OTA. Teatro para bebés 2 se presenta, en vacaciones de invierno con dos funciones, los sábados a las 14 y a las 16 , en la sala La Orilla Infinita (Colón 2148), con entradas populares.
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