Con una exhibición ofensiva, comandada por Nicolás Brussino (27 puntos) y Facundo Campazzo (19 y 10 asistencias), Argentina venció 101-87 a República Checa en Brno. Mañana se enfrentan a Bélgica.
El primer cuarto fue de alto vuelo. Argentina planteó un juego intenso, con una defensa que presionó en primera línea y rotó constantemente, buscando adaptarse a los movimientos de su rival, recuperar y correr la cancha. En ataque todo comenzó a fluir gracias a los cuatro triples convertidos en los primeros seis minutos, todos en diferentes manos, lo que le dio la primera gran ventaja a la albiceleste (10-19). A partir de allí, Checa respondió de la misma manera, con buena mano a distancia, para pulir un parcial de 13-6 que los acercó a dos. Tras intercambiar canastas, el primer episodio finalizó 28-26 para Argentina.
El arranque del segundo cuarto fue favorable al local, que logró frenar la eficacia argentina y aprovechar la diferencia de altura en ataque, para llegar a liderar 41-36 a casi cinco minutos para el descanso. Allí, surgió una nueva racha ofensiva de los comandados por Prigioni. Fue un parcial de 9-0, con triples consecutivos de Brussino, Garino y Redivo, todos productos de acciones colectivas. Argentina se reencontró con la identidad de juego que su entrenador busca forjar: ocupación de espacios, dinámica de pases, liberar la pintura para la caída de sus internos o la penetración de sus perimetrales, y conseguir lanzamientos abiertos ante posibles descargas a la esquina, con la posibilidad de algún pase extra. Fue un cierre ideal para la albiceleste, que se fue a los vestuarios ganando 47-53, con 12-22 en triples, 16 asistencias en misma cantidad de conversiones de campo, e incluso dominando los rebotes por 21-17.
Al volver del entretiempo, Brussino sumó dos bombas más, y Argentina retomó la máxima de nueve. República Checa intensificó su defensa sobre el balón, forzando a la visita a jugar más con Juan Fernández y Fran Cáffaro, quienes hasta el momento habían tenido más protagonismo en defensa, forjándose con los pivotes rivales. El juego se mantuvo intenso, aunque la efectividad cayó de ambos lados. La albiceleste logró destrabar el trámite involucrando a sus internos jóvenes, quienes se combinaron muy bien con Campazzo, atacaron con agresividad y sumaron desde la línea para distanciarse a diez promediando el tercer segmento. Con los regresos de Vildoza, Garino y Chapero, sumados a Fernández y Redivo, Argentina estableció una sólida resistencia, forzó cuatro pérdidas de su rival y llegó a los 13 de diferencia, aunque el cuarto finalizó 78-67.
Checa arrancó con firmeza el último cuarto, luego de acercarse a ocho en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, la albiceleste no se desesperó. Con el liderazgo de Campazzo, la intensidad de Vildoza y la eficacia de Brussino (7-10 en triples), sumado a la presencia de Fernández, Argentina marcó un sprint de 13-0 para alcanzar una luz de 22 puntos (75-97) y quebrar el partido. Los minutos finales fueron de fogueo para los más jóvenes, Aaliya, Trouet y Corbalán, quienes sostuvieron el ritmo y cerraron el triunfo por 101-87.
Dentro de lo que fue una exhibición ofensiva por parte de la Argentina, Nicolás Brussino se erigió como la figura anotadora del partido, con sus siete bombas y un total de 27 tantos, a lo que le agregó cuatro asistencias, cuatro recuperos y cinco rebotes. Además, Facu Campazzo finalizó con un doble-doble, producto de 19 unidades y 10 pases gol. Desde el banco, Lucio Redivo aportó 12 puntos con 4-8 en triples.
Argentina aprobó un examen importantísimo en su preparación para el torneo clasificatorio a los Juegos Olímpicos, luciendo un juego altruista, de gran intensidad y efectividad que se mantuvo los 40 minutos, aún con la constante rotación que propuso Prigioni. Las 27 asistencias en 29 conversiones, y los 20 triples en siete manos distintas, producto de 41 intentos (48%), resaltan una excelente actuación colectiva.
Mañana, también desde el mediodía, el conjunto nacional tendrá su cuarta prueba en su gira europea frente a Bélgica, buscando continuar por la senda del triunfo tras lo conseguido ante Cataluña, Venezuela y República Checa.