La última mejora de las escalas que otorgó el gobierno en el Impuesto a las Ganancias para los asalariados de mayores ingresos, retroactiva a enero, que eleva el piso a $700.875 pesos «se evaporó» con la última devaluación post elecciones primarias planteó un tributarista.
«El alivio por la última suba del piso y el aumento del 35% de las escalas de Ganancias se «evaporó» sustancialmente a pocos días de su implementación», afirmó César Litivin, CEO del estudio Lisiki, Litvin y Asociados.
Eso se debe a que la devaluación del 20% puesta en marcha por el Banco Central luego del domingo de elecciones primarias, acordada según dijo el ministro de Economía, Sergio Massa, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya estaría impulsando un ritmo de inflación mensual de dos dígitos.
Las nuevas regulaciones, establecen que solo pagarán el Impuesto a las Ganancias aquellas remuneraciones superiores a $700.875 al mes, además de un incremento del 35% en las escalas, aplicable de manera retroactiva a enero de este año. Habrá devoluciones para los que pagan el tributo, debido a la modificación de las escalas.
Para lo primero, el gobierno modificó lo que se denomina «deducción especial» que logra el efecto de generar un piso a partir del cual no se paga, aunque el verdadero mínimo imponible sea más bajo. Para lo segundo, el gobierno estableció una mejora de las categorías a cuenta de una futura modificación por ley del impuesto.
En declaraciones a NA, Litvin aseguró que «no es buena técnica aumentar pisos pero no aumentar escalas y deducciones» porque las recomposiciones salariales que se vienen acordando en paritarias entre sindicatos y empresas tornan nulas las mejoras otorgadas por el gobierno.
Litvin dijo que «hay tres categorías de asalariados, los que están debajo del piso, que están felices por ahora, los que están en el medio que debido a la deducción incrementada pagan menos y los que están por arriba de eso que pagan 35%».
El tributarista advirtió que si bien el gobierno subió las categorías, no modificó las deducciones simples, como suelen ser alquileres, esposa, hijo, que siguen en valores de enero y que se calcularon en base a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables de octubre de 2022.
Con un aumento de salario, si antes un trabajador estaba debajo del piso es posible que la mejora termine cobrando menos, según advirtió el tributarista, quien además consideró por otro lado que los trabajadores autónomos «siguen ninguneados».
Los autónomos, al no ser asalariados, pagan una retención por factura de honorarios equivalente al 35% y por ello, según indicó Litvin, dos personas con iguales ingresos de $700.000 mensuales, uno no paga nada y el otro tributa $1,2 millones al año.
«La asignatura pendiente es tener aumentos programados y automáticas por IPC y no por índice salarial, en forma mensual y equiparar a todos los trabajadores» indicó el tributarista como una propuesta para contrarrestar el efecto de la inflación.