«Se quemó una chata dentro del garage, gracias a Dios no explotó, pero el dueño del auto está destruido», narró el padre Marcelo, a cargo de la iglesia San Cayetano, sobre el siniestro ocurrido en la mañana de este jueves en la parroquia de Buenos Aires al 2100. El humo ganó el cielo del barrio República de la Sexta y hubo corte de calles para permitir el trabajo de los Bomberos.
«No hay heridos», tranquilizó Marcelo sobre las consecuencias del fuego iniciado en la camioneta que su dueño, un albañil que estaba realizando unos trabajos en la parroquia, había dejado estacionada en el pasillo lateral del templo, que oficia además como garage e ingreso para personas con discapacidad y por donde se accede al agua bendita y a la imagen de San Expedito. Las razones por las cuales se iniciaron las llamas no estaban claras en un principio.
«No se lo que pasó, fui a comprar material y me llamaron que se estaba prendiendo fuego la chata», dijo entre sollozos el dueño del vehículo incendiado.
La magnitud que alcanzaron las llamas obligaron a la intervención de dos dotaciones del Cuartel Centro de los Bomberos Zapadores. Se sumaron ambulancias del Sies, aunque no tuvieron que atender a ningún afectado físicamente por el fuego o el humo. Sí al propietario del vehículo incinerado, que quedó en estado de shock. «Se descompensó, porque había hecho muchos sacrificios para comprarla para trabajar y al ver lo que había ocurrido, se desesperó», explicó el párroco de San Cayetano.
Marcelo contó que era el segundo día que el propietario de la camioneta incendiada y otros albañiles estaba realizando reparaciones en el lugar. Este jueves, llegaron en el vehículo a las 8.30, repasó. «Dejaron la chata en el garaje y fueron a comprar materiales, y de pronto la camioneta empezó a arder sin que nadie sepa cómo», completó la saga.
Las llamas afectaron esa zona de la parroquia, y parte de la instalación eléctrica de la misma, pero no avanzaron a otros espacios por la acción de los bomberos. De todos modos, el lugar quedó sin los servicios de energía y gas, por precaución y hasta determinar riesgos y magnitud de los daños.