Se realizó este viernes la audiencia imputativa a las tres personas que agredieron a golpes e hirieron a Betina Baleani, esposa del concejal Marcelo Remondino, en un violento episodio ocurrido en este miércoles.
El fiscal Maximiliano Nicossia Herrero imputó a Juan Andrés Franco, de 40 años de edad; Sharon Abril Franco, de 18 años y a Andrea Mariana Colombo, de 36 años por los delitos de lesiones, daños y amenazas, en grado consumado y “homicidio simple”, en grado de tentativa, según informó el portal Síntesis.
El juez de primera instancia, Ariel Cattáneo, dio por formalizada la audiencia y dictó «prisión preventiva por el plazo de 30 días» para los tres imputados.
Los delitos que se les imputan tuvieron lugar alrededor de las 19 de este miércoles en la esquina de bulevar Urquiza y Presidente Roca de San Lorenzo, donde el concejal Marcelo Remondino se encontraba descolgando pasacalles con leyendas alusivas a su candidatura que -según afirmó- no habían sido colocados por él, sino que formarían parte de una campaña de desprestigio en su contra.
En esa circunstancia, un grupo de personas -hombres y mujeres- que salieron de una casa ubicada en esa equina, tras increpar al concejal golpearon con una piedra en la cabeza a Betina Baleani, de 56 años, esposa de Remondino quien lo acompañaba, provocándole un profundo corte. Después la arrojaron al piso donde le siguieron pegando, causándole varias lesiones.
La seriedad de las heridas demandó que luego que fuera trasladada en una ambulancia del Sies al Hospital Granaderos a Caballo donde le suturaron el corte en la cabeza y comprobaron pérdida de piezas dentales y politraumatismos. El propio edil también fue golpeado mientras intentaba interceder para que dejaran de atacar a su esposa.
Tras la audiencia de este viernes, Remondino expresó a Síntesis que “si bien fueron imputadas estas tres personas aún falta una cuarta para quien también pedimos su detención”.
El concejal contó que en la reunión judicial –que se llevó a cabo vía zoom- Betina Baleani “explicó todo lo que le tocó vivir y el gran temor que ahora siente que le impide salir a la calle y dormir con normalidad. Imagino que cualquier persona que está al borde de la muerte por haber sido golpeada, pateada y que haya recibido el impacto de una baldosa en la cabeza, debe experimentar el mismo sufrimiento”, acotó.
Remondino, quien defiende los derechos humanos desde hace más de 30 años en la región asistiendo incluso a personas privadas de su libertad, aseguró estar “conforme con que el juez haya dictado prisión preventiva porque el nivel de agresión y de violencia demostrado por esta gente pone en riesgo nuestras vidas”.
Luego, sobre el episodio del miércoles, reveló que “le dije al juez que no fue una discusión por un pasacalle político, sino que nos encontramos sin querer ante la presencia de un búnker de venta de drogas. Si una familia vende drogas es capaz de hacer cualquier cosa, incluso matar a una persona, como intentaron hacer con mi esposa”, sentenció.
