Eduardo Marcelo Oviedo tenía 61 años y vivía en uno de los monoambientes de planta baja de un grupo de departamentos ubicado en Necochea al 3500. En la noche de este martes, varios vecinos irrumpieron en la vivienda rompiendo la puerta a patadas al ver que del interior salían llamas y humo, y consiguieron retirar el cuerpo del lugar. El hombre ya estaba fallecido y observaron manchas de sangre en el rostro. Después, los médicos comprobaron que tenía heridas cortantes en el cuello y el pecho, por lo que la carátula inicial de muerte pasó a homicidio.
Los primeros en llegar al lugar del hecho, en barrio Tablada de la zona sur, fueron agentes de Gendarmería. Eso, cuando ya otros habitantes del barrio habían conseguido sacar el cuerpo de Oviedo del departamento. Como pudieron, intentaron sofocar las llamas ante el temor de que se propagaran al resto de los monoambientes que se distribuyen a lo largo de un pasillo en dos plantas. Poco después, un equipo de Bomberos Zapadores apagó el incendio, originado en un colchón.
Oviedo era conocido en el barrio. Un ex enfermero y buen hombre, dijeron sus vecinos, pero con problemas de consumo de alcohol.
El caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Alejandro Ferlazzo, quien ordenó las medidas de rigor. Entre ellas, la autopsia al cuerpo de la víctima en el Instituto Médico Legal. Los motivos y mecánica del ataque están bajo investigación. Los vecinos que ingresaron a la vivienda para sacar al hombre confirmaron que la puerta no estaba violentada, por lo que tuvieron que derribarla a puntapiés para entrar.
Balacera del año pasado
En abril del año pasado, el portón que da al frente del complejo de monoambientes fue blanco de un feroz ataque: quedó con las marcas de 35 balazos efectuados con varias armas. Fue luego de que los vecinos anunciaran que se iban a reunir en el lugar para protestar contra el clima de inseguridad y violencia que le quitó la tranquilidad al barrio.