En la previa del partido en Saint-Etienne, se temía por varias razones que la hinchada argentina no fuera en masa al segundo partido de Los Pumas. Los trece días de distancia entre el debut y el duelo ante Samoa, que los últimos dos encuentros sean en la misma ciudad (Nantes) y además porque la ciudad al tener muy cerca a Lyon, hizo que el grueso de los argentinos se alojaron en dicha ciudad que ofrece mayores comodidades y es más atractiva desde el punto de vista turístico.
Pero para sorpresa de El Hincha y de muchos, los albicelestes desbordaron la Gare de Chateaucre, principal estación de trenes de Saint-Etienne, antes y después del partido. A la salida de dicho lugar, pasa el tranvía que tiene recorrido directo con el estadio y que en los días de partido, es gratis para los hinchas y la prensa acreditada.
Con mucha tranquilidad el estadio que vio brillar en los 70 al argentino Osvaldo Piazza, se fue tiñendo de celeste y blanco. Muchas camisetas de clubes argentinos, de todos los rincones, Esquel, Tucumán, Santiago del Estero, Misiones, Salta, Mendoza, Santa Fe y como no podía ser de otra manera Rosario dijo presente: con camisetas de Old Resian, Plaza, Universitario, GER, Logaritmo, Los Caranchos, Jockey Club y Duendes.
Presencia rosarina
Los primeros en llegar al Stade Geoffroy-Guichard y casi abrir las puertas fue la familia Mazzino, Hernán ex jugador de Atlético del Rosario, viaja junto a su esposa y sus cuatro hijos en un motorhome. Al momento de preguntarles sobre la convivencia en dicho medio de transporte y además vivienda, fueron más las risas que las respuestas. Pero sin dudas es una hermosa experiencia para todos, el hecho de poder compartir 24/7 con la familia y en medio de un Mundial son vivencias imperdibles. El periplo de la familia Mazzino continúa no sólo por tierras francesas sino también por Italia, país en el que jugó Hernán y en el que nació su hija mayor.
Repertorio albiceleste en Saint-Etienne
Lágrimas, piel de gallina, todas las emociones juntas, al escuchar en el Stade Geoffroy-Guichard el “Vamos Pumas vamos”, y el tradicional “Argentina, Argentina”, y la canción que hizo estallar el estadio fue “El que no salta es un inglés”, y no quedó ni un alma sin hacer vibrar al estadio de Saint-Etienne, franceses y samoanos empezaron a revolear sus banderas o lo que tuvieran a mano, no cantaban pero entendían el mensaje del cantico argentino. Fue un momento que será recordado muy mucho tiempo, ambas hinchadas sumada al público local festejando una misma canción. Como dicen hoy los más jóvenes fue «épico».
El jugador número 16 se hizo sentir en el Stade Geoffroy-Guichard y los protagonistas lo expresaron. “Quiero empezar agradeciendo a todos los que vinieron desde Argentina. Hicieron mucho ruido y parecía que estábamos jugando en casa. Y los que no están aquí y están viendo por televisión también tocamos para ellos, así que gracias”, dijo Julián Montoya, capitán de Los Pumas.
Y el australiano Michael Cheika, head coach de Los Pumas, también habló sobre el tema: “Realmente queremos que sepan cuánto los amamos y su apoyo. Sabemos que van a estar aquí contra Chile. Queremos asegurarnos de jugar bien para ellos y soy sincero. Ellos vienen y lo dan todo; queremos devolverles algo en el campo. Con suerte, les gustó lo que vieron hoy. Probablemente les hubiera encantado tener más diferencia. Amamos a nuestros seguidores. Fueron increíbles”.