El gobierno nacional apuesta a elaborar un nuevo índice de precios al consumidor (IPC), cuyo diseño estará a cargo de los técnicos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), con la cooperación y asistencia de sus pares del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Hemos solicitado al FMI una asistencia técnica para el diseño de un índice de precios a nivel nacional, en lo que será un salto de calidad en las estadísticas argentinas, impulsado por el gobierno e implementado por el equipo del Indec”, contó ayer el ministro de Economía Amado Boudou.
Por medio del acuerdo de cooperación los técnicos del departamento de estadísticas del FMI colaborarán con los especialistas del Indec en la elaboración del índice de precios al consumidor a nivel país sobre productos de la canasta básica de alimentos. Boudou realizó el anuncio durante una conferencia en el Ministerio de Economía, junto con la directora del Indec, Ana María Edwin, y el director técnico del Instituto, Norberto Itzcovich.
La decisión de la presidenta Cristina Fernández de pedirle ayuda al Fondo Monetario “tiene que ver con el fortalecimiento del Indec” y para “tener mejores estadísticas”, indicó Boudou, al tiempo que descartó que el acercamiento al organismo implique una revisión de la economía nacional por parte del FMI o una intervención en la negociación que el país encarará desde diciembre con el Club de París para renegociar la deuda.
“No arreglamos nada con el FMI. Hemos solicitado asistencia técnica en un punto en particular en el que ellos tienen experiencia, que es la confección de estadísticas”, dijo el ministro de Economía. Y agregó que esto “no tiene nada que ver” con ninguna otra de las cuestiones que la Argentina lleva adelante en el plano de su acomodamiento y reorganización financiera, tras el default decretado en el 2001.
Edwin aseguró que desde que se hizo cargo del cuestionado Indec, a mediados de 2007, “resultaba clara la necesidad imperiosa de actualizar los marcos metodológicos de las estadísticas oficiales, por ejemplo el índice de precios al consumidor”. Para la titular del Indec, “el IPC es simplemente una variación de precios y en el caso de nuestro país sólo se toma el aglomerado del Gran Buenos Aires”.
Según Edwin, “cada provincia tiene su propio índice, con métodos diferentes, algunos sumamente arcaicos como los autoponderados”. En este sentido, la funcionaria recalcó que “es una fuerte necesidad, a semejanza de otros países, que nuestra república cuente con un IPC representativo de la totalidad del territorio nacional”.
En cuanto al rol de los técnicos del FMI, la directora del instituto estadístico adelantó que se mantuvieron “distintos intercambios con la otra parte desde principios de 2008, tales como metodología técnica y enfoques, a veces semejantes y otras diferenciales”.
Edwin dijo: “A partir de la primera quincena del mes de diciembre vamos a comenzar a recibir a distintos técnicos del FMI, con la experiencia de que todos los países están representados en este organismo y podemos retroalimentarnos de distintos tipos de aportes”.
Por su lado, Itzcovich fue más concreto en el terreno técnico y reconoció que será una tarea muy “compleja porque el país es muy grande, con muchas distancias y climas, y en cada una de las regiones hay diferentes tipos de consumo”. Siguiendo la misma línea de razonamiento, el director técnico del Indec destacó que “no es lo mismo el consumo de alimentos en la ciudad de Buenos Aires, que en Misiones, Santa Cruz, Chubut o Tierra del Fuego”.
Las diferencias en el consumo también son claras a nivel nacional, en el transporte y la indumentaria, y todas estas cuestiones “tienen que estar reflejadas en el IPC nacional”, remarcó Itzcovich. Si bien los funcionarios no precisaron los plazos de elaboración del nuevo índice, coincidieron en que “después de las reuniones con los técnicos del FMI, durante la primera quincena de diciembre, habrá un panorama más claro en cuánto a los tiempos”.
A partir del desembarco de los asistentes del FMI en diciembre próximo en el país para trabajar en torno de la iniciativa de modernizar el sistema de estadísticas oficiales, y confeccionar un nuevo índice de precios para medir la inflación, la Argentina volverá a trabajar con el organismo multilateral de crédito tras cinco años de relaciones cortadas, desde que el gobierno de Néstor Kirchner pagó en 2005 la totalidad de la deuda con el Fondo.