Una mujer de 30 años fue condenada a la pena de 10 años y 8 meses de prisión por haber abusado sexualmente de su hija menor de edad, en el marco de un juicio abreviado llevado a cabo en los tribunales de Melincué, en el sur de la provincia de Santa Fe, informaron este jueves voceros judiciales.
La condena recayó sobre una mujer identificada como J.I.R., quien agredió sexualmente a la víctima en la época en la que ella iba a la escuela primaria.
Según las fuentes, la niña también fue vulnerada por un hombre que era la pareja de su madre y ya fue condenado a 10 años de prisión.
La investigación estuvo a cargo de la fiscal Susana Pepino, del Ministerio Público de la Acusación (MPA), quien indicó que la mujer y un hombre identificado como A.L. «vulneraron a la niña en reiteradas oportunidades en la época en la que ella transitaba la escuela primaria”.
Según precisó, “los ilícitos tuvieron lugar en Cafferata (departamento General López) y Chañar Ladeado (departamento Caseros), así como en la zona rural de la ciudad cordobesa Corral de Bustos”.
“Con gran violencia, en distintas ocasiones la mujer agredió sexualmente a su hija mientras la filmaba con su celular para luego enviarle los videos a su pareja”, aseguró Pepino, quien contó que J.I.R «amenazaba a la niña para que no hablara con otras personas sobre lo sucedido”.
Además, “al menos una vez, la niña fue abusada por parte de su madre y de L. al mismo tiempo”, y agregó que “con frecuencia era obligada a presenciar las prácticas sexuales que mantenía la pareja”.
“Por las características de los abusos y el vínculo entre la víctima y los atacantes, los hechos delictivos tuvieron entidad para generar consecuencias negativas en la salud física y psicológica de la niña”, subrayó Pepino.
En cuanto al origen de la investigación, la fiscal explicitó que “la hija de la condenada logró contarle sus padecimientos a su abuela materna, quien de inmediato realizó la denuncia correspondiente a través del sitio web del MPA (mpa.santafe.gov.ar/denuncias)”.
Por último, Pepino detalló que “la mujer relató por escrito lo que su nieta le había dicho y adjuntó imágenes que fueron incorporadas como evidencia al legajo”.
La mujer reconoció ante el juez su responsabilidad penal como autora de abuso sexual con acceso carnal calificado por el vínculo, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores agravada por ser ascendiente de la víctima.
La sentencia fue resuelta por el juez Aldo Baravalle en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos y que se desarrolló en los tribunales de Melincué.