Israel ejecutó este viernes por la noche el bombardeo más intenso hasta la fecha sobre el norte de la Franja de Gaza, destruyendo cientos de edificios y miles de viviendas según el balance de corresponsales extranjeros de la BBC y la agencia AFP. También hubo ataques en la zona sur del enclave palestino, donde se dirigen cientos de miles de desplazados.
Según la periodista de la BBC Lucy Williamson, quien reporta desde una colina en Israel con vista a Gaza, las explosiones en el territorio palestino son constantes por aire y desde artillería pesada ubicada a lo largo de la frontera. A la falta de combustibles, electricidad, agua y alimentos que sufre la población por el bloqueo israelí y las trabas para que ingrese ayuda humanitaria, se sumó este viernes el corte de la cobertura de telefonía móvil e internet. Las comunicaciones dentro de la Franja y del territorio con el mundo exterior quedaron cortadas. Los equipos de las agencias de Naciones Unidas en el terreno quedaron incomunicados. Y también los servicios de emergencia y los hospitales.
La feroz embestida bélica de Israel ya dejó mas de 7.300 fallecidos y unos 19.000 heridos, la mayoría población civil y entre ella un alto porcentaje de niños.
El Gobierno no atiende a los familiares de los secuestrados
El rechazo a las incursiones sobre la Franja alcanza a los familiares de los secuestrados durante el ataque del grupo islamista Hamas hace tres semanas contra el territorio israelí. Este sábado, pidieron reunirse “de inmediato” con el Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu tras la ampliación de las incursiones terrestres del ejército en Gaza con infantería, blindados y artillería. Expresaron su “ansiedad, frustración y un tremendo enojo” porque ninguna autoridad “se molestó” en reunirse con los familiares de los secuestrados para explicarles “si la operación terrestre pone en peligro la seguridad de los 229 rehenes”.
El viernes a última hora, Israel anunció que intensificaría los ataques aéreos y realizará una “expansión” de las operaciones terrestres sobre Gaza con una nueva incursión.
La OMS, Unicef y otras agencias están incomunicadas
El corte de las telecomunicaciones de telefonía móvil e internet en Gaza, iniciado este viernes, complica las acciones humanitarias de la ONU, que ya perdió contacto con algunas de sus agencias en el terreno. Según indicó este sábado el informe diario sobre el conflicto de la Oficina de Coordinación de Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han perdido la comunicación con su personal en Gaza.
El Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas también avisó que ya no existe una línea de comunicación con su equipo en la Franja. “Hemos perdido el contacto. Todos los trabajadores humanitarios deben ser protegidos”, publicó en su cuenta oficial de X.
Desastre humanitario: impiden ayuda a las víctimas
El director general de la OMS, Tedros Adhanom, aseguró que los “intensos bombardeos” sobre Gaza son “extremadamente preocupantes” y que “no es posible evacuar a los pacientes ni encontrar un refugio seguro». Agregó que «el apagón (de comunicaciones) también impide que las ambulancias lleguen a los heridos. Todavía no hemos recuperado la comunicación con nuestro personal y nuestras instalaciones de salud. Me preocupa su seguridad”, publicó el funcionario en la red social X.
Tedros hizo un llamado “a todos aquellos que tienen el poder” para que se alcance un alto al fuego en La Franja, y que “actúen ahora”.
Atención: las imágenes que siguen son de alta sensibilidad
Apagón para «encubrir atrocidades masivas», denuncian organismos de DDHH
Las organizaciones Human Rights Watch y Amnistía Internacional insistieron este sábado en el «riesgo» que supone el «apagón informativo» en Gaza, que desde el viernes quedó sin internet ni conexión móvil.
Deborah Bown, de Human Rights Watch, difundió un mensaje en redes sociales en el que afirma que el corte amenaza «con encubrir atrocidades masivas» y «contribuir a la impunidad de las violaciones de los derechos humanos».
Erika Guevara-Rosas, de Amnistía Internacional, calificó lasituación como de un «riesgo sin precedentes». «Los civiles palestinos ya están asediados en la Franja de Gaza y ahora también están atrapados en un completo apagón de comunicaciones», aseguró en un comunicado. Por eso, pedió a Israel «que ponga un fin inmediato a los ataques indiscriminados y desproporcionados» y restaure las infraestructuras de telecomunicaciones «con urgencia» para permitir rescates «en medio de los intensos ataques aéreos israelíes y la expansión de las operaciones terrestres».