A la espera del nuevo dato de inflación de octubre y a dos semanas del balotaje, los ahorristas se preguntan cuál será el futuro de las tasas y qué conviene realizar con los pesos al menos hasta diciembre.
En la actualidad, la tasa de interés de referencia del plazo fijo tradicional se ubica en 133% TNA y 255% TEA que consiste con una inflación del 11% mensual. Con esa medida, la entidad monetaria buscó incentivar a los ahorristas para que dejen sus pesos en plazos fijos y, así, alivianar la presión sobre los dólares paralelos. Sin embargo el mercado ya analiza lo que ocurrirá no solamente este mes sino también en diciembre y parte de enero: todo depende de quién gane la contienda y lo que ocurrirá con el dólar.
Según estimaciones de LCG, la inflación de octubre estará rondando el 9,5% mensual, mientras que sostiene que en noviembre podría volver a los dos dígitos debido a cierta de inestabilidad cambiaria en la previa del ballotaje.
Según sostiene la consultora, la tasa del plazo fijo actual en el cortísimo plazo «resulta positiva en términos reales». «De todos modos, no descartamos un repunte de la inflación hacia el bimestre diciembre-enero, una vez que se corrijan una serie de precios relativos – TC y tarifas- lo cual podría impulsar una nueva suba».
Plazo fijo UVA vs tradicional: ¿cuál conviene después del balotaje?
De acuerdo al análisis de LCG, «en la comparación PF UVA vs tradicional, el primero implicaría inmovilizar el capital por tres meses mientras que el tradicional otorga una mayor flexibilidad respecto a su liquidez. En ese sentido, de renovar una colocación tradicional durante 3 meses, el rendimiento resultaría del 37% sujeto a eventuales subas de tasas».
En cambio, por la metodología del CER, en caso de constituir un UVA hoy, «la inflación de enero no tendría efecto alguno sobre este, por lo que el rendimiento empardaría a la opción tradicional, de acuerdo a las proyecciones actuales de inflación en un escenario de continuidad como el actual», sostienen.
Por último, LCG destaca que el rendimiento en pesos naturalmente compite con el dólar. En este marco, remarca que «postergar una corrección cambiaria luce poco probable».
«La incógnita será si esa corrección estará acompañada por un plan de estabilización de fondo que permita comprimir las brechas cambiarias o si el próximo gobierno apostará a un escenario de continuidad», concluyó.