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La edición número 38 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata ya tiene sus ganadores

El evento cinematográfico que comenzó el 2 de noviembre en esa ciudad bonaerense entregó sus clásicos palmares. El film “Kinra” del peruano Marco Panatonic se alzó el premio a la mejor película y los rosarinos Romina Tamburello y Federico Actis se quedaron con el reconocimiento a mejor dirección

La película peruana Kinra, de Marco Panatonic, se alzó con el Astor de Oro de la Competencia Internacional de la edición número 38 del Festival de Mar del Plata, que tuvo como film de cierre a Fallen Leaves, del finlandés Aki Kaurismäki.

El cineasta peruano agradeció a su equipo que “ha puesto el cuerpo para caminar por los Andes”, agradeció al festival y expresó su emoción por que el film haya podido estrenarse en Latinoamérica.

El realizador Marco Panatonic

Entre los principales ganadores y ganadoras está la película Vera y el placer de los otros de la y el rosarino Romina Tamburello y Federico Actis que se quedó con el galardón a mejor dirección.

La gala de cierre, que como es tradicional se realizó en una repleta sala Piazzolla del Teatro Auditorium, inició con las palabras de diversas personalidades, entre ellas Nicolás Batlle, presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), quien destacó que a lo largo del festival hubo cerca de 150 mil espectadores, y subrayó el foco puesto en esta edición en los “40 año sin censura”, tras la recuperación democrática.

A modo de balance de su gestión al frente del organismo, que dejará independientemente del resultado de las elecciones presidenciales, se refirió a las dificultades que debió atravesar, como la pandemia, y resaltó la reciente aprobación del proyecto de ley que extendió por 50 años las asignaciones específicas para industrias e instituciones culturales y bibliotecas populares. También la creación de nuevas sedes de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc) en localidades como Rosario y Mar del Plata.

Romina Tamburello y Federico Actis

Por su parte, Fernando Juan Lima, presidente del festival, expresó su “sincera emoción por lo que sucedió en cada una de las proyecciones y encuentros” y precisó que las entradas se agotaron en casi todas las funciones. Puso también el acento en el trabajo de recuperación de imágenes censuradas durante la última dictadura militar, algunas de los cuales fueron proyectados en la ceremonia de clausura.

En ese sentido, aseguró que “siempre hay alguno que se cree con derecho a decidir cómo debemos pensar” y llamó a “evitar cualquier tentación autoritaria”. Además, se mostró confiado en que “el año que viene vamos a tener un gran festival”, y pidió para el próximo año “más presupuesto para el instituto del cine y para el festival, con tiempo; plataformas pagando impuestos”.

También cuestionó que el gobierno local haya programado una media maratón en la misma fecha que el festival, cuyo circuito cruza la Rambla, a metros de donde está instalada la alfombra roja: “El pueblo de Mar del Plata participa, queremos que el gobierno y los empresarios locales participen más”, pidió.

Ya en el marco de la entrega de premios, y además de la gran ganadora Kinra, Adentro mío estoy bailando, de Leandro Koch y Paloma Schachmann, ganó como mejor película de la Competencia Argentina; mientras que Otro sol, del chileno Francisco Rodríguez Teare, ganó como mejor película de la Competencia Latinoamericana; en tanto Malqueridas, de la chilena Tana Gilbert, se llevó el premio de Estados Alterados.

Kinra, elegida como mejor película por el jurado compuesto por Prano Bailey-Bond, Celina Murga, Mimi Plauché, Charles Tesson y Tana Schémbori, es una de las sorpresas de este año en Mar del Plata.

La película de Marco Panatonic habla de la migración, en este caso del campo a la ciudad, con un joven protagonista, Atoqcha, un campesino que se instala en la ciudad peruana de Cusco para conseguir trabajo y realizar algunos trámites.

Con la lengua quechua en primer plano, la película es un fresco de las contradicciones entre la tradición y la modernidad, el campo y la ciudad, y también del choque generacional, sin declamaciones ni discursos obvios, sino con la confianza en el propio hacer que revela una gran madurez para una ópera prima.

En la Competencia Internacional, también fueron distinguidos la argentina Laura Basombrío, mejor dirección por Las almas; Sara Summa como mejor intérprete por su trabajo en el film alemán Arthur & Diana; y el premio para el mejor guion fue para Shane Atkinson, director y guionista de LaRoy.

Partió de mí un barco llevándome, de la argentina de origen surcoreano Cecilia Kang, consiguió una Mención Especial del Jurado y también se llevó el Premio del Público.

El equipo de «Partió de mí un barco llevándome», de Cecilia Kang

A cuento de ese lauro, la cineasta recordó que su padre llegó desde Corea del Sur en 1983, “porque acá había democracia y en el país donde él vivía no la había”, y llamó a defender la salud y educación gratuitas que le permitieron a ella desarrollarse y convertirse en cineasta.

Esta edición del único festival de cine Clase A de Latinoamérica tuvo un buen desarrollo a pesar de las restricciones presupuestarias por la crisis económica, con la consecuencia de tener menos películas, pocas salas, una reducida cantidad de actividades, y solo un invitado de renombre como el español Juan Antonio Bayona, que presentó La sociedad de la nieve, una producción de la plataforma Netflix.

Superando el ajuste, el certamen marplatense también pudo exhibir películas de autores de peso como el español Víctor Erice (Cerrar los ojos), el griego Yorgos Lanthimos (Pobres criaturas), el coreano Hong Sangsoo (In Our Day), el japonés Ryusuke Hamaguchi (Evil Does Not Exist) y el rumano Radu Jude (Do Not Expect Too Much from the End of the World).

Y también los últimos trabajos de cineastas argentinos notables como Lisandro Alonso (Eureka), Martín Rejtman (La práctica) y Andrés Di Tella (Mixtape La Pampa).

La 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata llegó a su fin en un año marcado por las inminentes elecciones presidenciales, que para el sector audiovisual supuso la defensa de la industria ante los ataques y las promesas de ajustes y cierres.

Massa abrió el Festival de Mar del Plata: “Contra los que lo quieren tachar, viva el cine argentino” – Diario El Ciudadano y la Región (elciudadanoweb.com)

La presencia del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, en la apertura del festival, en donde defendió al cine nacional como «uno de los pilares de la construcción de la identidad argentina», las numerosas declaraciones de realizadoras y realizadores al presentar sus películas llamando a luchar por el sector y los aplausos a rabiar en las salas cuando se leía en la pantalla «Cultura, Memoria, Verdad y justicia», el spot del festival en el marco de los 40 años de democracia, marcaron el ritmo del certamen, que finaliza con incertidumbre y preocupación.

Talento local

La siempre fina y compleja línea que se establece a partir del vínculo entre madre e hija, atravesada por la cuestión de género, la aceptación del deseo en toda su diversidad y la búsqueda del placer como un derecho, son las temáticas que aparecen en Vera y el placer de los otros, el primer largometraje de los directores rosarinos Federico Actis y Romina Tamburello (Los Teleféricos, Rabia), también ganador de la 9ª Edición del Concurso para Desarrollo de Largometrajes Raymundo Gleyzer.

La propuesta cuenta con las actuaciones protagónicas de las destacadas actrices porteñas Luciana Grasso e Inés Estévez junto a los locales Carlos Resta, Ofelia Castillo, Mariano Raymondi, Estefanía Nicoló y David Zoela, entre otros y otras.

“Vera”, una inquietante y disidente película rosarina sobre el derecho al goce   – Diario El Ciudadano y la Región (elciudadanoweb.com)

El film, que cuenta con el Interés del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales de la Argentina (Incaa) en la modalidad de Audiencia Media, además de los apoyos del Ministerio de Cultura de la provincia de Santa Fe y de la Secretaría de Cultura municipal, desanda la historia de Vera, una adolescente de 17 años que reparte sus días entre el vóley, el colegio y un pasatiempo secreto: subalquilar por unas horas un departamento vacío del que dispone de las llaves, equipado con bolsas de dormir para que otros adolescentes tengan sexo.

“Este es un proyecto que comenzó hace cinco años y que se interrumpió por la pandemia”, dijo Santiago King, integrante del staff de Pez Cine y productor ejecutivo de la película en una conferencia de prensa que se llevó a cabo en Rosario en diciembre del 2021 cuando concluyó la filmación.

“Vera es una película sobre el derecho al goce y también sobre los vínculos de familia entre una madre y una hija que se encuentran en sus sexualidades en diferentes edades. Vera tiene 17 años y Adriana, su mamá, tiene una inmobiliaria en su casa. Allí hay un departamento, el 3° B, que no se alquila. Entonces Vera roba las llaves de ese departamento y lo alquila para que otros adolescentes tengan sexo. Al principio lo hace por el dinero, pero después se da cuenta que lo que a ella le gusta es escuchar detrás de las puertas”, contó a su tiempo la actriz, dramaturga y directora de cine y teatro Romina Tamburello, quien agregó que de ese modo comienza un derrotero en la vida de estas dos mujeres, “donde deberán aceptar que cada una es un ser sexual y cruzar estas dos miradas generacionales; es un historia escrita por nosotros pero notablemente enriquecida por las actuaciones de estas enormes actrices”.

“Esta película plantea también la posibilidad del error; nadie a ninguna edad sabe cómo es el sexo, porque es algo distinto para todes. Y así como Vera, nuestra gran heroína, se anima a descubrir a los 17 años que lo que a ella le gusta es escuchar mucho más que estar, su madre también se anima a poder acompañarla”, completó Tamburello.

“Vera”, una inquietante y disidente película rosarina sobre el derecho al goce   – Diario El Ciudadano y la Región (elciudadanoweb.com)

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