Javier Milei se convirtió este domingo en el primer presidente que logra instalar, con el respaldo de las urnas, el ideario de la ultraderecha en el gobierno, tras haber saltado a la política apenas dos años atrás con un discurso exacerbado y disruptivo que le dio popularidad en audiencias virtuales y televisivas y le garantizó seguidores entre los detractores de la política.
Creador del frente La Libertad Avanza (LLA) y debutante en una carrera presidencial tras haber cumplido medio mandato de diputado, Milei irrumpió en la política en 2021 con el envión que le habían dado algunos espacios de TV, donde defendió el anarcocapitalismo y empezó a dar forma a su discurso anticasta, en el que apoyó su aspiración de llegar a la Casa Rosada.
«No vine a la política a guiar corderos y (sic) sino para despertar leones», es la frase-título subrayada con mayúsculas que antecede a un sintético currículum del economista libertario, publicado en la página web de su partido político, donde no hay referencias sobre los trabajos que realizó antes de llegar a la Cámara de Diputados.
Más de una vez Milei idolatró públicamente a Carlos Menem, a quien definió como «el mejor presidente de la Argentina de todos los tiempos» y al que ubicó en las antípodas del expresidente Raúl Alfonsín, considerado por el libertario como el «fracasado hiperinflacionario de Chascomús», además de haber admitido que utilizó un muñeco con el rostro del mandatario que enjuició a las Juntas Militares para «pegarle» y descargarse emocionalmente.
Su admiración a la gestión menemista quizá explique parte de su actividad en el pasado, cuando se desempeñó como «economista jefe de Máxima AFJP, coordinador del Estudio Broda y asesor del Gobierno argentino en el Ciadi», según el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la CABA.
Sin embargo, según el periodista Juan Luis González, autor de la biografía de Milei «El Loco», el diputado libertario genera «desconfianza» en el establishment argentino, no sólo por su «inestabilidad emocional» sino también porque a la élite empresaria «no le convienen sus ideas de dolarización o de llevar a cero la obra pública».
En el libro, además de numerosas anécdotas que revelan excentricidades de su fuero íntimo, González sostiene que Milei tiene a mano «una cartera muy aceitada de relaciones en la nueva derecha latinoamericana», a través del estratega digital Fernando Cerimedo, dueño del sitio web La Derecha Diario.
De sus orígenes hasta el abrazo a Bullrich
Hijo de un padre colectivero y madre ama de casa, Milei nació el 22 de octubre de 1970 en territorio porteño y, según reportajes publicados en los últimos años, incursionó de joven en el fútbol y en la música.
A los 18 años fue arquero en las inferiores de Chacarita e integró una banda que hacía «covers de los (Rolling) Stones» y componía «temas propios», según una entrevista publicada en el 2018 por el diario Perfil bajo el título «La insólita vida privada y familiar de Milei, el economista más polémico».
«Luego de la hiperinflación de 1989 decidí estudiar economía para comprender el fenómeno monetario y social que afectó a la Argentina y en 1993 me recibí de licenciado en Economía de la Universidad de Belgrano», señaló el libertario, que más de una vez se adjudicó la autoría de «52 artículos académicos, 16 libros y más de 500 artículos de divulgación en medios gráficos«.
Acérrimo adherente a la Escuela Austríaca de Economía, con dos posgrados pero sin doctorado, el presidente electo fue acusado de plagio por notas que escribió desde el 2016 para el diario El Cronista.
«Desde Ludwig von Mises hasta Murray Rothbard, pasando por F.A. Hayek o Walter Block, Javier Milei los plagió a todos», aseguró el creador del blog @marcotullius y remarcó: «Firmó notas que él no escribió sino copió, palabra por palabra, a luminarias del liberalismo clásico y el libertarismo».
Su persistente derrotero por canales de televisión de los últimos años, donde profundizó discursos agraviantes hacia las luchas feministas y de género, a los pueblos originarios, a los pobres y al Estado, le valió un lugar constante en un sector del periodismo, alineado con los grandes grupos económicos.
Pero además, su construcción mediática con un discurso exaltado, que roza fórmulas de odio, le dio el piso de visibilidad necesario para que en 2020 anunciara que este año competiría por la Presidencia.
«Los políticos son sociópatas», o son «enemigos de los que producimos, de los que estamos dispuestos a laburar», fueron algunas de las frases lanzadas por Milei, quien tiene entre sus blancos preferidos a dirigentes radicales, peronistas, kirchneristas e incluso del PRO, como por ejemplo el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y la diputada y exgobernadora María Eugenia Vidal.
Suele referirse al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, como «el señor que tiene más de 40 familiares en el Estado»; catalogó a Rodríguez Larreta de «perdedor, cobarde e inseguro» y tildó a la diputada María Eugenia Vidal de «vomitivamente colectivista, recontra zurda».
Mantiene en cambio su admiración por Macri y se reconcilió y perdonó -apenas 48 horas después de los comicios de octubre- a Patricia Bullrich, tras haberla rotulado de «montonera asesina» y acusado de haber puesto bombas en jardines de infancia en el pasado.
Cómo llegó Milei al balotaje
Milei llegó al balotaje con el crédito de haber alcanzado el primer lugar en las PASO de agosto último y el segundo lugar en los comicios de octubre, casi siete puntos detrás de su contrincante en la segunda vuelta, el candidato de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa.
Pese a haber moderado su discurso en los últimos meses, en lo que parece una estrategia para captar nuevos votos, la figura de Milei le dio visibilidad y espacio en los medios a su compañera de fórmula, la abogada Victoria Villarruel, quien reivindica a los represores condenados por crímenes de lesa humanidad.
Sobre las actividades de Milei, el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la CABA menciona que «se desempeña como economista jefe de la Fundación Acordar, es miembro del B20, del Grupo de Política Económica de ICC Internacional (asesor del G20 en el diseño de políticas económicas) y del World Economic Forum», además de considerarlo «especialista en temas de crecimiento con y sin dinero».
«Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre. Hagamos un punto y aparte. Viva la libertad carajo», es el mensaje fijado -otra vez en mayúsculas- en la cuenta de la plataforma X (antes Twitter) de Milei, donde abundan los reposteos que el precandidato hace de las expresiones de idolatría que él mismo recibe de sus seguidores.
Para esa Argentina «distinta» que propone Milei sumó como parte del denominado «Dream Team» a los economistas y exfuncionarios menemistas Darío Epstein, Roque Fernández y Carlos Rodríguez, que hasta ahora aseguró lo van a asesorar en la gestión que empieza el 10 de diciembre.
El autor de la biografía de Milei (El Loco) dijo a Télam que LLA «está llena de gente a la que algunos denominan como la ‘casta base’, que es la resaca de la casta, es decir, gente que quiso pertenecer en algún momento (a la política) pero no le dio el ‘pinet'».
Entre los apoyos financieros que recibió, algunas crónicas periodísticas señalan como un actor clave a Sebastián Braun, miembro de la familia dueña de la cadena de supermercados patagónica La Anónima y primo de Marcos Peña Braun, ex jefe de Gabinete de Macri.
De hecho, en las legislativas del 2021 Braun figuró como el único aportante privado del candidato libertario, con un $1.100.000, según lo declarado en la Justicia Electoral.
Por su desempeño como economista jefe de la Corporación América, un consorcio de empresas que pertenecen a Eduardo Eurnekian, cuyo patrimonio según la Revista Forbes está valuado en U$S1.900 millones, el medio La Izquierda Diario advirtió: «Milei, en realidad, es un perrito faldero de los dueños del país».
Un mote parecido -«No es un león, es un gatito mimoso del poder económico»- le atribuyó Myriam Bregman, diputada y ex candidata del Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT-U)en uno de los debates presidenciales.