Pasaron menos de 24 horas de la derrota del 22 de octubre para que Patricia Bullrich le dijera al ex presidente Mauricio Macri que quería jugar a fondo con La Libertad Avanza.
Tres días después, Milei y la presidenta del Pro se cruzaban en un estudio televisivo y se daban un abrazo que trascendió en las redes sociales con la imagen de un león abrazando a un pato.
“Uno es capaz de perdonar”, dijo Bullrich para justificar su apoyo al libertario y éste le respondió en los mismos términos. Milei se apropió del verbo “cambio” y reemplazó el discurso contra la casta por un mensaje contra el kirchnerismo, similar al que Bullrich había basado en su campaña.
“Quiero agradecerle a Macri y a la señora Bullrich por poner el cuerpo para el cambio que Argentina necesita”, dijo el flamante presidente en su primer discurso tras la victoria.
“Este domingo ganó el cambio profundo por el que venimos trabajando hace años. Somos millones de argentinos dispuestos a defender la libertad y el progreso por el que tanto estamos luchando, que has sabido representar con ideas claras”, publicó Bullrich en su cuenta de Twitter, tras conocerse la victoria de Milei.
La apuesta de Bullrich y Macri retumbó en el interior de Juntos Por el Cambio y del Pro. Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal junto y los gobernadores e intendentes amarillos no lo apoyaron.
Con el triunfo del libertario se espera la confirmación sobre qué lugar ocupará la presidenta del Pro en el nuevo gobierno, quien aspira a una jefatura de gabinete, y el ex presidente Macri en medio de una negociación por los cargos, apoyo parlamentario y político a muchas de sus iniciativas.
Además, el triunfo termina de definir el escenario político y el futuro del Pro: la UCR ya pronunció su autonomía y se estima que un sector amarillo y de la Coalción Cívica se ubiquen como opositores.
Una revancha personal
Lo cierto es que Mauricio Macri había comenzado el año con un gesto de renunciamiento político y ahora lo terminará involucrado a fondo en la nueva etapa que viene en la Argentina.
Para el ex presidente, el triunfo de Javier Milei en el balotaje tiene un sabor a revancha personal y a la revitalización de su liderazgo político en una oposición que quedó a un paso de oficializar su ruptura desde se confirmó la victoria libertaria.
Quedó muy lejos la renuncia a su candidatura, el 27 de marzo, con un mensaje en el que rechazó los “liderazgos paternalistas” y resaltó “la importancia de los equipos” para explicar su gesto.
Hoy, tras haber asumido una actitud más paternalista y adoptado decisiones como su pacto con los libertarios de manera casi solitaria, el ex jefe del Estado se llevará parte del rédito político de que Milei se convierta en Presidente, aunque también quedará expuesto a otros riesgos: ¿irá hacia un esquema de cogobierno con La Libertad Avanza? ¿Zafará de la sensación de que habrá un doble comando en el poder? ¿Podrá darle garantías de gobernabilidad al nuevo mandatario? ¿Asumirá el costo de los eventuales problemas que habrá para materializar los cambios profundos que se proyectan?
Cómo sea, el ex mandatario fue el gran ganador de este balotaje. Terminadas las elecciones generales, el 22 de octubre, Milei era un dirigente sin rumbo y Macri lo direccionó y encaminó para que pudiera conseguir el triunfo de hoy. El Pacto de Acassuso dio resultado.