Entre los 250.000 documentos filtrados por la web Wikileaks, se halla la postura crítica de Estados Unidos ante los gobiernos considerados incluso aliados. El presidente afgano, Hamid Karzai, por ejemplo, es descrito como una «personalidad débil», movida por «paranoia» y las «teorías conspirativas», indicó el semanario alemán «Der Spiegel».
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, es evaluado con escepticismo, mientras que cada línea del informe de la embajada sobre el gobierno keniata destila desprecio, indica el semanario.
El Departamento de Estado norteamericano requirió asimismo informaciones sobre si el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, realmente cerró negocios privados con el primer ministro ruso, Vladimir Putin. Putin es descrito como un «macho alfa» y el presidente Dmitri Medvedev como «débil» y «vacilante».
De acuerdo con «El País», en los documentos se habla de las «fiestas salvajes» del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y se expone la desconfianza profunda que despierta en Washington. En cuanto al presidente francés, Nicolas Sarkozy, dice que se vigila de cerca «cualquier movimiento para obstaculizar la política exterior de Estados Unidos».
Los documentos también describen la creciente confianza en sí misma de China y reflejan las intensas actividades estadounidenses para bloquear a Irán. Asimismo, algunos papeles incluyen algunos datos casi de color.
Así, por ejemplo, se dice acerca del líder revolucionario libio Muammar al Gaddafi que ya casi no viaja sin la compañía de una pulposa enfermera ucraniana o que la esposa de Medvedev, Svetlana, lleva «listas negras» con aquellos funcionarios que no considera suficientemente leales a su esposo.
En cuanto a la canciller alemana, Ángela Merkel, de los documentos estadounidenses se desprende tras un encuentro con el presidente estadounidense Barack Obama en 2009: «Merkel es metódica, racional y pragmática» y dice que bajo presión reacciona «con entereza pero evita los riesgos y rara vez es creativa». Internamente, la jefa de gobierno es llamada en los informes «Angela ‘Teflon’ Merkel» porque muchas cosas le resbalan.