Un hombre y una mujer fueron condenados este jueves por esconder en su casa a un menor de edad que participó del ataque armado al suboficial Gabriel Sanabria, cometido en mayo del año pasado, informaron fuentes judiciales.
El fallo recayó sobre Mariana Soledad Meyer y Brian Brito, quienes firmaron un juicio abreviado con la fiscal Gisela Paolicelli y acordaron una pena de 3 años y medio y 1 año y 5 meses, respectivamente.
La mujer, de 42 años, deberá cumplir con prisión efectiva como coautora de encubrimiento y miembro de una asociación ilícita que buscó dominar el territorio en el barrio Molino Blanco, precisaron las fuentes.
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El hombre, de 32 años, fue hallado culpable de encubrimiento doblemente agravado y quedó en libertad, informó el Ministerio Público de la Acusación y agregó que el acuerdo fue homologado por el juez Pablo Pintos.
La fiscal Paolicelli les atribuyó a ambos haber colaborado con un menor de edad que formó parte del grupo que atacó a tiros al suboficial Gabriel Sanabria la madrugada del 27 de mayo del año pasado, en Arijón al 400, en la zona sur.
Esa noche, el policía quiso identificar a los cinco ocupantes de un vehículo que tenía pedido de captura y al acercarse al automóvil le dispararon desde el interior, provocándole heridas graves.
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Según la investigación, los dos condenados resguardaron en su casa de Ayacucho y Hungría al menor que escapaba de una persecución policial.
«Los condenados lo ayudan para eludir el accionar de la justicia, ocultándolo en el interior de su domicilio, momentos en que se daba a la fuga por la vivienda de los techos linderos y era perseguido por personal policial que practicaba un rastrillaje por inmediaciones de la zona», sostuvo la fiscal Paolicelli.
En el caso de Meyer, también fue condenada por haber integrado una asociación ilícita con menores de edad, algunos mayores ya imputados, que tenía por «objeto organizar recursos humanos y materiales con el fin de ampliar su dominio territorial y disponer la realización de negocios ilícitos en el barrio Molino Blanco».
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De acuerdo a la investigación, la banda actuaba con violencia en delitos como el cobro de deudas y la usurpación de viviendas, y su accionar se extendió entre octubre de 2021 y mayo de 2022, cuando Meyer fue detenida.
El jefe de la organización criminal era un hombre identificado como Cristian Rodríguez, quien fue condenado en un procedimiento abreviado a 13 años de prisión, unificada a la pena única de 15 años, informó el Ministerio Público de la Acusación.
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La fiscal sostuvo que el rol de la mujer en la banda era el de «reclutar personas sea en forma voluntaria o mediante coacciones y/o amenazas», a la vez que les brindaba «resguardo» a los miembros de la organización y guardaba armas que eran utilizadas para cometer delitos.
