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Se cumplen diez años de la muerte de Peter O’Toole, el inconmensurable actor de «Lawrence de Arabia»

El astro estuvo ocho veces nominado al Oscar y protagonizó varios éxitos cinematográficos, pero sin dudas su nombre quedará para siempre ligado con la multimillonaria superproducción dirigida por David Lean, con la que saltó a la fama máxima en una carrera que comenzó en los años 50  
El actor Peter O’Toole estuvo ocho veces nominado al Oscar y protagonizó varios éxitos cinematográficos, pero sin dudas su nombre quedará para siempre ligado con la multimillonaria superproducción Lawrence de Arabia, con la que saltó a la fama máxima en una carrera que comenzó en los 50 y se apagó hace diez años en Londres, cuando falleció a los 81 años.

Su vida, rodeada de polémicas por sus excesos con el alcohol, ya nació con un debate: a ciencia cierta, no se sabe si nació en la ciudad irlandesa de Connemara o en la inglesa Leeds, ya que hay documentos que validan tanto uno como otra como su lugar de nacimiento.

Incluso hasta la fecha es difusa: el certificado irlandés es de junio de 1932, mientras que el británico es de agosto de ese año. Lo único cierto es que el actor de Adiós Mr. Chips y El último emperador reconocía esta última como la oficial.

Hijo de una enfermera escocesa y un orfebre de metales, jugador de fútbol, además de levantador de apuestas de carreras de caballos, vivió parte de su infancia de pueblo en pueblo del norte de la isla.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el niño O’Toole estuvo confinado como pupilo en una escuela de monjas donde, según contó en alguna oportunidad, sufrió maltratos físicos. A los 15 años, una vez fuera de institución, trabajó en los sistemas de señales y radio de la Royal Army, hasta finalizado el conflicto bélico.

Ya con la vocación de actor muy clara, intentó ingresar en Dublín a la Abbey Theatre, pero pese a sufrir el rechazo no bajó los brazos hasta que pudo formar parte de la Academia Real de Arte Dramático en 1952, donde se formó con Albert Finney y Alan Bates, entre otros notables del teatro y el cine de su país.

Tras pasar por la BBC, entre otras casas productoras y algunos films de renombre, el éxito le llegó en 1962 con su interpretación de Thomas Edward Lawrence en el Lawrence de Arabia de David Lean, una megaproducción anticolonialista basada en un personaje histórico de 1912.

Imposible no tener en la memoria la imagen de O’Toole con sus ojos claros y la piel bronceada, arriba de un caballo, tapado con un turbante blanco y el desierto de Egipto de fondo.

Lawrence de Arabia marcó una época dorada del cine, en la cual las superproducciones estaban a la orden del día con películas como Espartaco de Stanley Kubrick, Doctor Zhivago del propio Lean, o el western de Sergio Leone El bueno, el feo y el malo.

A este film seguirían otras memorables actuaciones como las de Becket (1964) de Peter Glenville, junto a Richard Burton; Lord Jim (1965) de Richard Brooks, ¿Qué pasa, Pussycat? (1965), Cómo robar un millón de dólares de William Wyler, junto a Audrey Hepburn; y La noche de los generales (1967), de Anatole Litvak.

Su carrera en el cine, siempre ligada al éxito, continuó durante los 70 y mediados de los 80, momento en el cual también empezó a incursionar en la televisión y los relatos.

Sus últimas participaciones en pantalla grande fueron en la voz del crítico culinario Anton Ego en la animada Ratatouille (2007), en Cristiada (2012), donde compuso al padre Christopher, y The Whole World at Your Feet, una casi desconocida producción de Kazajistán, protagonizada por Armand Assante.

A pesar de haber sido ocho veces candidato al Oscar de Hollywood, recién recibió uno honorífico en 2002 por su trayectoria. O’Toole también tenía una reputación de conducta algo desordenada después de episodios de alcoholismo, y promediando la década del 70 se le diagnosticó pancreatitis y fue advertido por los médicos que su adicción podría resultar letal.

Estuvo casado con la actriz irlandesa Siân Phillips entre 1958 a 1979, con la que tuvo dos hijas, Kate y Patricia; convivió con la modelo Karen Brown, con quien tuvo otro hijo, Lorcan Patrick, pero nunca se volvió a casar debido a sus convicciones religiosas.

A los 81 años y tras una larga enfermedad, la vida de Peter O’Toole se apagó el 14 de diciembre de 2013 en un sanatorio de Londres y su muerte fue anunciada por su representante y difundida por la BBC, la imponente cadena mediática británica que tanto reprodujo el cine en el que había triunfado.