Dos personas son enjuiciadas por el doble crimen por dolo eventual de David Pizorno y su hijo Valentino de 8 años. La fiscalía acusó a ambos por correr una picada en zona sur, circunstancia en la que uno de los coches chocó al vehículo que conducía David. En el auto también iba la esposa y madre de Valentino que debió ser internada en estado reservado, aunque logró recuperarse. Ahora la Acusación pidió 18 años de cárcel
Los acusados son Germán Schoeller y Pablo Mancini. Según los fiscales Valeria Piazza Iglesias y Walter Jurado acusaron a ambos por participar en una picada donde transitaban a más de 120 kilómetros por hora, dijeron. Encuadraron el caso en los delitos de doble homicidio simple con dolo eventual y lesiones graves por haber realizado una prueba de velocidad y destreza sin la debida autorización legal.
El hecho ocurrió el 20 de marzo del 2021 cuando dos autos circulaban a alta velocidad por avenida del Rosario. En esas circunstancias un Renault Sandero y embistió al Citroën C3 que circulaba por Ayacucho ocasionando la muerte inmediata de David Pizzorno, de 43 años y de su hijo David Valentino Pizzorno, de 8 años. Mientras que Cintia M.D. sufrió heridas graves y fue trasladada al Heca con politraumatismos graves.
Corrían una picada cuando chocaron a otro auto: mataron al conductor de 43 años y a su hijo de 8
Según la teoría de los fiscales, Mancini manejaba a 134 kilómetros por hora un Citroën C4 y Schoeller a 124 en un Renault Sandero cuando este último impactó contra el auto en el que viajaba la familia Pizorno en el cruce con Ayacucho.
La acusación de “dolo eventual” implica que los acusados debieron representarse que con la conducta que estaban llevando a cabo podrían causar la muerte de alguien que se les cruzara en el camino, y sin embargo no desistieron en ningún momento, dijo la fiscalía y pidió 18 años de prisión para ambos e inhabilitación por 10 años.
Mientras que el defensor Jorge Resegue por Schoeller y su colega Ignacio Carbone que defiende a Mancini coincidieron en que a la fiscalía le será muy difícil probar que sus clientes se pudieran haber representar el trágico resultado final, el supuesto desprecio por la vida y que con sus conductas las muertes de las víctimas era inevitable, tras lo que solicitaron la imposición de una pena justa.
El tribunal integrado por los jueces Fernando Sosa, Rafael Coria y Paula Álvarez lleva adelante el debate que continuará en los próximos días.