A plaza llena y con manifestantes que en soledad, en familia o en columnas de organizaciones de todo tipo, sindicales, políticas, barriales, culturales –que seguían llegando–, se plantó ayer la movilización en Rosario en rechazo absoluto al decreto de necesidad y urgencia Nº70 “Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina” implementado por el presidente Javier Milei, que aun siendo “sólo el comienzo”, en 83 páginas modifica por completo la vida cotidiana de las, los y les argentinos.
El tañir de cacerolas que se inició tímidamente apenas culminado el mensaje grabado y emitido por cadena nacional por el jefe del Estado y todos sus ministros, incluido como extra el “asesor” Federico Sturzenegger, quien formó parte de la puesta en escena con gesto impávido, se convirtió con el correr de los minutos en una demostración sonora de largo alcance y extensión, hasta confluir en concentraciones en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, con una concentración frente al Congreso que rivalizó en número con la asunción del nuevo gobierno. Y este jueves, con el simbólico acompañamiento a la ronda de las Madres de la Plaza 25 de Mayo se volvió concentración masiva en Rosario, en paralelo a otras manifestaciones en distintas ciudades del país.
Pasadas las 18 la plaza frente a la cual se alza el Palacio Municipal y la Catedral volvió a exhibirse repleta de personas contagiándose consignas como “La Patria no se vende”, asimilando este 21 de diciembre con otras jornadas transversales y masivas que fijaron mojones en la historia.
Por tercera vez en poco más de 24 horas se hizo así sentir una resonancia en la calle, primero por parte de la izquierda en memoria del Diciembre Negro de 2001 y en repudio al “protocolo antipiquetes” de la gestión de Milei –pero también como advertencia sobre el tenor del inminente DNU, cuyo rumbo ya se había anticipado por distintas vías– pero después como respuesta directa al mamotreto para demoler leyes y regulaciones de todo tipo: en apenas horas comenzó a confluir una resistencia multisectorial, cuyos alcances no están determinados, pero aparecen crecientes.
Cerca de las 18.30 banderas y pancartas de la CCC, Inquilinos Autoconvocados, Sindicato de Correos, los gremios docentes Amsafé y Sadop, estatales de ATE y organizaciones como Barrios de Pie marcaban una confluencia de unidos por el espanto en la Plaza. El Movimiento Evita, Ciudad Futura también ingresaban a la zona con sus concejales al frente, al igual que Norma López y La Corriente. La consigna “Milei, basura, vos sos la dictadura”, resonó para después convertirse en reclamo: “Paro nacional”, y las columnas, que ya no entraban en el lugar, comenzaban a desplazarse al Monumento a la Bandera, en una marea con múltiples motivos.
“Es un DNU con cosas que no tienen nada que ver, inconstitucional. En el momento cero decidí salir a al calle para luchar lo que es Patria. Y la soberanía popular”, le explica a El Ciudadano Matías, de 24 años. A su lado, Valentina, de 23, describe: “Vine acá porque estas recetas ya se aplicaron en el país. De hecho, más de una vez, y lo único que proponen son hambre y sufriemiento para el pueblo. Es todo parte de un plan muy macabro que pretende despojarnos de todos nuestros derechos y libertades conquistadas a fuerza de mucha lucha. Y vamos a ir por más derechos”.
“Nosotros venimos de una escuela que es completamente privada, la Dante Alighieri. Venimos de familias y de compañeros que tienen las mismas ideas, pero estoy en la universidad pública y cambié totalmente de parecer. Mi familia votó a Macri y muchos seguramente a Milei: todos queremos una Argentina mejor, que baje la pobreza, que los alimentos dejen de subir; pero para un plan neoliberal no es el momento en este contexto histórico”, completa Matías.
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“Somos ingenieros civiles. Trabajamos por nuestra cuenta, no gozamos de aguinaldo y ya se siente un montón cómo impacta lo que están haciendo”, dice Nicolás, de 37 años, presente en la plaza 25 de Mayo, en defensa de “la universidad y la educación”. “Y en contra de estos decretos que son lo peor que nos puede pasar. Es re-choto ver cómo se retrocede”. Llegó con su familia, casi completa: “Por más que uno sabía que se iba a retroceder, así y de tan sopetón, no termina de caer la ficha de lo grave que puede ser”, advierte.
“Nos estamos movilizando no solamente en Rosario sino en todo el país”, explica Majo Poncino, de Mujeres Evita. La dirigenta describe el decreto de Milei como un “acto inconstitucional y antidemocrático” y se indigna: “No es la casta política que reduce sus privilegios; la casta pasamos a ser los trabajadores, las mujeres, las infancias, todo el sector productivo e industrial. Y eso lo único que tiene como consecuencia es aumentar la pobreza, y al sector de clase media volcarlos y empujarlos a la pobreza. El atrevimiento, la especulación, el hostigamiento y la violencia con que el presidente presento un decreto de necesidad y urgencia, yendo contra todas las medidas constitucionales y en contra del Congreso, que es el que debe debatir las políticas que hacen al desarrollo de nuestro país”.
Georgina, de 24 años y estudiante de ciencia política, está con un grupo de amigas: “Vinimos acá porque queremos demostrar que la sociedad civil no va a avalar este tipo de reformas que se quieren hacer de una manera que atropella directamente la forma que tiene de funcionar el estado de derecho, que es pasar las leyes por el Congreso. Y también para mostrar que cualquiera viene acá, no viene solamente que cobra un plan o los piqueteros; estamos estudiantes, docentes, trabajadores, todo el mundo”. Georgina alquila, estuchó el mensaje por cadena nacional y le impactó ese punto, la derogación anunciada por el presidente de la ley que, mal o bien, la protegía. Pero había muchos puntos más: “Yo los desconocía y me puse a buscarlos”. Se espantó con el fin de la ley de Góndolas, del monitoreo de precios, “de la regulación del mercado en general”. Y concluye: “Son cosas que nos afectan directdamente a todos los consumidores. Me pareció todo una mentira que se puso en evidencia en este momento en el que te dicen que quieren atacar los privilegios de la casta, y terminan atacando el consumo de cualquier trabajador. Me molestó un montón”.
La concejala Jésica Pellegrini, de Ciudad Futura, estima lo mismo, y peor: “Creo que estamos ante uno de los hechos más graves desde el retorno de la democracia. Este decretazo de Milei implica, además de no reunir los requisitos mínimos de un decreto de necesidad y urgencia –que es la justificación de la necesidad y la urgencia con respaldos técnicos, caminos legítimos y legales– implica un avasallamiento de la Constitución Nacional, con una arrogación de poderes que son absolutamente legislativos”. La edila recordó que ella y sus pares venían directamente de debatir el tema: “Una sesión del Concejo Municipal que se convocó especialmente a los efectos de que sea el Concejo como institución de la ciudad quien se pronuncie, declarando no sólo que esto es una ilegalidad manifiesta, sino también para que se constituya como un ejemplo para que otros Concejos y otras Legislaturas emprendan el mismo camino”.
Así se refería al proyecto de rechazo del DNU 70 tratado este mismo jueves en simultáneo con la movilización, que cosechó 22 votos a favor, tranversales a todas las fuerzas políticas, incluido el PRO, y sólo tuvo 4 rechazos, dos del macrismo y los otros dos, lógicamente, de los ediles de La Libertad Avanza.