El gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzarán a renegociar el acuerdo por la deuda de US$ 45.000 millones que la Argentina mantiene con el organismo y que se encuentra “caído” debido a que el país no cumplió con las metas definidas en la última revisión.
El vocero del gobierno, Manuel Adorni, informó que el jueves el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro de Economía, Luis Caputo, recibirán a una delegación del organismo para dar inicio a las conversaciones.
Adorni no dio precisiones sobre quienes integran la misión del FMI que llega a Buenos Aires con el objetivo de reencauzar el programa.
Argentina debe pagar este mes US$ 1.900 millones y resulta crucial el carácter que tome esta misión.
En caso que las conversaciones puedan encauzarse hacia la confección del Staff Report Argentina podría encaminarse a tener los fondos necesarios para hacer el pago sin debilitar aún más las reservas, o a una postergación parcial del vencimiento.
Una opción para ganar tiempo es postergar el vencimiento para el 31 de enero, tal como se hizo en otras oportunidades y esperar hasta ese momento la aprobación del Directorio.
El FMI tiene pendiente un desembolso por US$ 2.600 millones que debía realizarse en noviembre, pero que no tuvo tratamiento porque el ex ministro Sergio Massa había incumplido con todos los compromisos que había tomado apenas un par de meses antes.
En rigor la negociación lo que busca es reponer el cronograma de desembolsos ya que Argentina debe seguir cumpliendo con los pagos si quiere seguir con el acuerdo en pie. Entrar en default significaría un proceso mucho más complicado para recomponer la relación, que incluso haría caer acuerdos conexos como con el Club de París que inhabilitaría créditos para las empresas nacionales.
Dado el perfil del gobierno de Javier Milei las negociaciones no debieran ser ni complicadas ni tampoco extensas, porque su programa es mucho más duro que el que exige el propio FMI.
Milei propone llegar al déficit cero durante 2024, cuando el programa con el organismo permitía un desvío de 0,9% del PBI.
Pero Argentina parte de un desequilibrio de 5% en 2023, según estimaciones del gobierno, y en consecuencia también requerirá de un fuerte ajuste muy superior a los tradicionales exigidos por Washington.