El Gobierno decidió comenzar a aplicar el Impuesto País a las importaciones de zonas francas, según oficializó mediante el decreto 14/2024 publicado este jueves en Boletín Oficial.
Se trata del impuesto que grava las operaciones de compra de dólar y se aplicará a las importaciones destinadas para consumo, incluyendo las que se encuentren en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Según establece el documento, el objetivo de aplicar este impuesto es para estimular «el crecimiento de la actividad productiva exportadora». En verdad, las importaciones a Zonas Francas ya pagaban impuesto País y el decreto exime del impuesto a todas las importaciones temporales, incluidas algunas que entran a zona franca.
Tierra del Fuego, una de las zonas francas, aún mantiene los beneficios impositivos al menos hasta 2028, aunque con una reducción anual del 2,3% de manera progresiva.
La medida comenzará a regir desde este jueves y está firmada por el jefe de gabinete, Nicolás Posse y el Ministro de Economía, Luis Caputo.
En el año que terminó, los ingresos públicos crecieron por debajo de la inflación y casi ningún tributo se salvó de la debacle. La excepción fue precisamente el impuesto País, creado al inicio de la gestión de Alberto Fernández para encarecer el acceso al dólar. A lo largo de cuatro años, el tributo fue ganando peso y se extendió a otras operaciones.
Con esa expansión, en el cierre de 2023 registró una suba de 861,4%, lo que implica un aumento real de 202,9% (descontada la inflación). La consultora ACM señala que «esto es producto de la ampliación de la base imponible luego de las nuevas disposiciones tributarias del gobierno a fines de julio de ese año».
«Este impuesto comenzó a tomar cada vez más relevancia para el fisco a la hora de la recaudación. Durante 2022, representó el 0,4% del PBI mientras que para 2023 alcanzó el 0,8%, pasando a duplicar su recaudación en un año», detalla ACM.