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Trabajadores del Conicet Rosario se movilizan en rechazo de unos 50 despidos por decreto

En Ocampo y Esmeralda, una serie de actividades para explicar en qué consiste el trabajo dentro del organismo en rechazo de las acusaciones de ñoquis y la embestida del Gobierno nacional sobre todo el sistema de ciencia y técnica del país

La Asamblea de trabajadoras y trabajadores de Conicet del Centro Científico Tecnológico (CCT) Rosario y ATE Rosario realizaron este martes una concentración en Ocampo y Esmeralda, en el predio conocido como La Siberia, como correlato local de una jornada nacional de lucha en defensa de la institución, reconocida mundialmente.

La protesta consistió en una radio abierta, otras actividades y una conferencia de prensa en la que dieron a conocer los motivos de la medida. El eje del reclamo está puesto en la reincorporación inmediata del personal administrativo despedido, que ATE-Conicet considera parte de “una política de paralización, vaciamiento y desguace del Estado y del Conicet en particular, impulsado por el gobierno nacional mediante un ahogo presupuestario”. Otro punto es la paralización en el otorgamiento de becas a investigadores: 1.300 internas doctorales, 300 internas de finalización de doctorado y más 800 postdoctorales.

En el centro tecnológico de Rosario, 49 empleados se quedarán sin trabajo este miércoles por la resolución del decreto 84 del gobierno nacional. «En Conicet no sobra nadie, no somos casta, no son cargos ñoquis, es gente que labura y gente que necesitamos que hagan los trabajos administrativos pertinentes para el funcionamiento del organismo. Dar de baja estos puestos responde a una política de desfinanciamiento”, rechazó Victoria Bona, becaria doctoral y licenciada en la Escuela de Historia de la Universidad Nacional de Rosario.

“En oposición a lo que se dice en estas campañas de desprestigio, el Conicet es una institución altamente meritocrática. Para ingresar como becario hay que exhibir antecedentes, promedios altos en la carrera de grado y para sostenerse a lo largo de la beca y obtener un post doctoral hay que generar en esos años un montón de antecedentes, publicaciones y participaciones en actividades académicas. Es un trabajo muy arduo de todos los días, muy distinto a la imagen que se quiere dar de casta o de vagos”, agregó Tomás Sufotinsky, becario doctoral e integrante del Instituto de Estudios Críticos en Humanidades.

Por eso, el reclamo incluye “la efectivización de los concursos de becas en todas las categorías, y la continuidad en los futuros a nuevos concursos para miles de becarios y proyectos de investigación en curso”.

 

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