Pasado el mediodía del 14 de julio de 2020 el crimen de Eduardo Trasante conmovió a la ciudad. Dos hombres ingresaron en su domicilio, a plena luz del día, y efectuaron dos disparos, uno de los cuales le provocó la muerte. Además de la brutalidad del crimen, el impacto que provocó su asesinato tuvo que ver con que Trasante, víctima en carne propia de la violencia que le quitó a dos de sus hijos, fue un incansable luchador por la paz. De allí hasta hoy, la pregunta “¿Quién mató a Trasante?” y el pedido de justicia por Eduardo recorrieron las calles de Rosario, llegando al Concejo Municipal e incluso a las máximas autoridades de la provincia y la ciudad.
Ese recorrido tuvo además su andarivel judicial, con el juicio oral y público iniciado a fines de noviembre del año pasado que hoy llegó a su recta final. Según las abogadas de la querella, a cargo de Gabriela Durruty y Jesica Pellegrini, la profusa prueba producida a lo largo de las audiencias acredita los pedidos de pena para los cuatro imputados. “No tenemos dudas que está acreditada la responsabilidad de las cuatro personas acusadas, y que necesariamente tuvieron que coordinar sus acciones para llevar adelante el homicidio de Eduardo. Por eso pedimos la pena de prisión perpetua: porque entendemos que todos los imputados actuaron en el marco de un plan, y que cada uno de ellos hizo aportes indispensables para la realización del hecho, por tanto son coautores del delito de homicidio doblemente calificado. Eso es así por mediar promesa remuneratoria y por la intervención de dos o más personas”, explicaron.
Las abogadas, representantes legales de Carolina Leones (viuda de Trasante y única testigo presencial del hecho) aseguraron en su alegato que el homicidio del ex pastor “es una síntesis demasiado cruel de lo que distintos factores de poder, el crimen organizado entre ellos, ha generado y genera en nuestra sociedad. Nos interpela además sobre los niveles de deshumanización a los que quieren acostumbrarnos, los delirios de violencia que pretenden que naturalicemos. A esa violencia que le arrebató dos hijos, Eduardo la enfrentó con la fortaleza de su fe y la firmeza de salir a pelear por justicia, jamás por venganza. Eso lo transformó en un líder social que tenía una prédica por la paz y contra las mafias, lo que convirtió su asesinato en un claro mensaje mafioso. Y esa es la evidente gravedad de este crimen que no puede quedar impune”.
Terminadas las audiencias en las que prestaron testimonio más de 40 personas (empleados policiales que participaron en las pesquisas de la investigación, especialistas en distintas áreas de la criminología, médicos forenses, vecinos del domicilio de la familia, hijos e hijas de Eduardo Trasante y la única testigo presencial del hecho, Carolina Leones) el tribunal compuesto por los jueces Ismael Manfrín, Pablo Pinto y la jueza Paola Aguirre deberá dictar sentencia, que se conocerá este viernes 9 de febrero a las 12hs. Los cuatro imputados en el juicio (Julio Andrés Rodríguez Granthon, Alejo Leiva, Brian Álvarez y Facundo López) enfrentan el pedido de pena de prisión perpetua.
