Después de su visita a Israel en la que hará un expreso apoyo a la escalada bélica de ese país sobre Gaza, que dejó más de 27 mil personas asesinadas, en su mayoría mujeres, adolescentes y niños, el presidente Javier Milei organizó la segunda etapa de su periplo internacional en Roma con el el ministro del Interior, Guillermo Francos, su par de Capital Humano, Sandra Pettovello, la secretaria y hermana Karina y el secretario de Culto, Francisco Sánchez, quien había atacado al Papa cuando era diputado. Y eso no es sólo lo que incomoda al Vaticano antes del encuentro del mandatario con Francisco, previsto para el 12 de febrero, sino el resto de la comitiva: poderosos empresarios argentinos que aplauden y se benefician de las medidas del Gobierno.
Entre los invitados para la estadía en Roma se encuentra Jaime Campos, presidente de la Asociación Empresaria Argentina, José Luis Acevedo, titular de la Asociación de Jóvenes Empresarios, Hugo Sigman, del Grupo INSUD, Luis Ureta, vicepresidente Ejecutivo de Globant en Europa, Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina, Alejandro y Marcos Bulgheroni, de Pan American Energy, el nifaltable aportante de campaña Alejandro Elsztain, de IRSA, Cristiano Rattazzi, de Modena, y Marcos Pereda, vicepresidente de la Sociedad Rural.
Pero hay más: Alfredo González, de CAME, Giorgio Alliata di Montereale, presidente de la Cámara de Comercio Italiana en Argentina y titular de Eurocámara Argentina, Mauricio Canineo, de Pirelli Argentina, Santos Doncel Jones, presidente de Iveco Group, Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio, Natalio Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, y Carlos Ormachea, del Grupo Techint. La lista sigue, son más de 30.
Al malestar por rodearse de empresarios para la visita a a capital italiana en la que el hecho más trascendente será un encuentro «espiritual» con el argentino que está en el trono de San Pedro, se le agregan otros. El Vaticano es la segunda escala de la primera gira internacional del libertario como presidente luego de Israel. Y sobre la representación diplomática en ese país, expresó el deseo de mudar la embajada de la capital Tel Aviv a Jerusalén, eje de las tres grandes religiones monoteístas.
Para Francisco, Jerusalén es «sagrada para los hebreos, cristianos y musulmanes» y quiere preservar su estatus de capital de un estado judío y otro palestino.
por si fuera poco, la comitiva presidencial en Roma incluye a la ministra Pettovello, quien después de cortar la asistencia alimentaria a los comedores populares de todo el país, entre ellos muchos gestionados por la Iglesia católica, y de defenestrar la mediación de organizaciones sociales y comunitarias, arrancó con una tercerización, pero en otro rumbo: con la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la Argentina (Aciera).
Poco antes, la Iglesia Católica había cursado un firme llamado al Gobierno nacional para que garantice la ayuda alimentaria a los comedores.
Otro funcionario de la comitiva que no cae bien en la Iglesia católica es el secretario de Culto, Francisco Sánchez. Ex diputado neuquino, cercano a laministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, es un posteador compulsivo en X. Allí ataca a todos, no sólo al Papa. «¿Cómo se le puede ocurrir nombrar en la Secretaria de Culto a un personaje del que ya sabe de antemano que odia a dos de los cultos mas importantes de la Argentina?», cuestionó al conocerse su designación por parte de la canciller Diana Mondino el Llamamiento Argentino-Judío. Además de arremeter contra el imperio del «mal» en el Vaticano tras la designación del ex juez Eugenio Zaffaroni en un organismo de la conducción eclesiástica, cargó contra “el sionismo internacional” y “las hordas del islam”. Con quien se lleva bien es con las comunidades evangélicas con las que trabajo en la cruzada contra la ley del alborto legal.