A comienzos de febrero, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el decreto que introdujo cambios en el impuesto al “lujo” para los autos 0 kilómetros.
La medida llegó con varias semanas de demora ya que, como había adelantado Ámbito, el equipo económico venía analizando esta modificación desde diciembre para ser implementada en enero.
El motivo de este ajuste se debió a que la inflación de los últimos meses del año pasado había dejado desactualizadas las bases imponibles vigentes hasta ese momento.
Con los fuertes aumentos los precios de los vehículos, la mayoría de los modelos empezarían a estar alcanzado por este tributo. Lo que se hizo fue adelantar para enero el ajuste trimestral que se debía realizar en marzo, como estaba establecido.
Según ese decreto, la base imponible para la primera escala que, hasta ese momento, estaba en $10.364.800 pasó a $ 19.826.151 para pagar una alícuota de 20%, mientras que la segunda escala subió de $19.135.000 a $36,602.126, con una alícuota de 35%.
De esta manera, los autos comenzaron a tributar, en el primer caso, a partir de aproximadamente $28.200.000 de precio al público, en tanto para el segundo caso lo pagan desde los $63.000.000 (hoy pagan desde los $32.000.000).
En la práctica, una gran cantidad de modelos dejaron de pagar el Impuesto Interno y permitió un reacomodamiento de los precios.
La nueva actualización está prevista para entrar en vigencia en mayo, en base a la inflación acumulada del trimestre enero, febrero y marzo.
Sin embargo, la esa decisión no es definitiva ya que podría adelantarse, según confiaron a Ámbito fuentes del sector.
Cuando se negoció el cambio que hoy está vigente, entre el Gobierno y las automotrices, quedó pactado un compromiso “de palabra” de que la próxima actualización podría adelantarse en caso de que la inflación de los primeros meses del año fuera alta.
“Hay una promesa de que, si la inflación de enero y febrero era alta, no se iba a esperar a tener la de marzo para hacer una nueva actualización”, señaló a Ámbito un directivo de un automotriz.
Es decir, en lugar a esperar a cerrar la inflación del primer trimestre, el reajuste podría hacerse con la inflación de enero y febrero. Incluso, podría hacerse antes, según señalaron desde otra empresa.
La idea es evitar que se produzca la misma situación de diciembre, cuando la inflación de 25%, tras la devaluación de ese mes, llevó a que con la suba de precios de los 0km, dejó a todos los 0km en el valor en el que hay que tributar,
Hay que recordar que este impuesto está pensado para los modelos de alta gama, pero por este descontrol inflacionario terminaba alcanzando a los vehículos más accesibles.
En cuanto a cuál sería el nivel de inflación que se consideraría alto para el Gobierno para adelantar el ajuste, según otra fuente sectorial, sería “más de 20%”.
Obviamente, al no estar este acuerdo escrito y ser una promesa oficial, el porcentaje de la inflación a considerar es relativo.
Lo que está claro es que es clave lo que suceda en enero y febrero en materia del IPC.
Hoy se conocerá el dato de inflación del mes pasado y, según las estimaciones de distintas consultoras, rondaría cerca de ese nivel, aunque no se sabe si estará ligeramente por arriba o por abajo
Por ese motivo, en las terminales están pendientes de la información que difunda el Indec para saber si crecen o no las chances de un adelantamiento de la actualización de la base imponible.